Las nuevas alianzas en Medio Oriente: Hezbolá-Siria-Irán

(por Pasquale Preziosa) La derrota del Estado Islámico (ISIS) en Siria, ha comenzado la consolidación de alianzas para reposicionarse en el nivel geopolítico

La formación Hezbollah, desde el Líbano, ha estado muy involucrada en los combates anti-ISIS en apoyo a la Siria de Bashar Al Assad.

Ya en octubre pasado, el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, se reunió con el presidente sirio en Damasco para promover la consolidación política entre el nuevo jefe de Hamas, Yahya Sinwar y Siria.

El acercamiento propuesto presentado por Hamas consistiría en la reapertura de su representación en Damasco.

Esta oficina, ya presente en Siria hasta 2011, fue transferida a Qatar con los comienzos de las revueltas revolucionarias contra Bashar.

El gran cambio de actitud entre las dos organizaciones fue apoyado por el jefe de la Pasdaran, Qassem Suleimani, quien ya en febrero pasado 2017 expresó su agradecimiento por el nombramiento de Sinwar como jefe de Hamas.

Suleimani apoyó la necesidad geopolítica de Irán de expandir la influencia de su país en el Mediterráneo.

La visita de Nasrallah en octubre tuvo un seguimiento fructífero, seguido de la visita, en el mismo mes, del diputado de Hamas, Salah Al Azuri, en Teherán.

Durante las reuniones en Irán, Al Azuri se reunió con el jefe del Majlis (parlamento), el asesor de la guía suprema Jamenei y otros notables del régimen.

Como resultado de esta nueva alianza estratégica entre Hamas, Siria e Irán, las nuevas estructuras operativas en la región, que consisten en no desmovilización de las fuerzas de la milicia chiita en Irak después de la derrota de ISIS.

Permanecerá como una fuerza de reserva para las misiones defensivas genéricas.

Estas milicias, de acuerdo con el jefe del Pasdaran, podrían constituir un refuerzo para Hezbollah en caso de conflicto con Israel.

Como resultado de estas determinaciones operacionales, el jefe de las milicias chiítas en Irak, Qais Al Khazali ha visitado el sur de Líbano, mientras que los miembros paramilitares del Ejército Mahdi, la fuerza creada por el famoso Muqtada al-Sadr desde 2003, tuvieron contacto, siempre en Líbano, con representantes de Hezbollah.

Bajo geopolíticamente Hezbolá fuera del conflicto en Siria en gran medida consolidado, se reportó un reconocimiento militar y política en el campo de batalla contra ISIS lealtad a Siria e Irán.

En consecuencia, reúne el apoyo más explícito para su política, que es más consistente en términos de las fuerzas entrenadas en Irán por Siria e Irán.

El punto de la caída Oriente Medio siempre es Israel quien se enfrentará a la formación Hezbolá reforzada por nuevas alianzas estratégicas y una mayor soldadura por Hamas (se fortalece), Siria desplegó más que en el pasado e Irán con la constante política anti-israelí, por lo tanto, una educación chií más compacta.

En el lado sunita, Israel disfrutará de una relajación de las presiones políticas en su área de interés.

Con estas premisas, la posibilidad de que Israel pueda estar involucrado en un nuevo conflicto es mayor.

Los puntos calientes, que se activarán de acuerdo con la conveniencia política del momento, son Hamas y la Franja de Gaza por un lado y el sur del Líbano por el otro.

La geopolítica ha reanudado su camino por algún tiempo y se está acelerando cada vez más.

 

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