Una nueva vida durante y después del coronavirus.

(por el Dr. Fiorillo Lisa - Psicólogo) Este trabajo no quiere tener la presunción de dar una explicación científica sobre el coronavirus, sino sacar a la luz sus implicaciones psicológicas. Si, aunque sea por un momento, nos detenemos a pensar en lo que está pasando, todo parece tan surrealista, casi como en una película. ù

La triste verdad es que, sin embargo, es real, estamos en un período histórico particular que prueba nuestro ser y nuestra relación con los demás. De repente todo cambió! Nos encontramos encerrados en nuestra propia casa, que ahora nos parece casi haber tomado la apariencia de una prisión.

Al principio se veía genial. Finalmente tuvimos la oportunidad de descansar, ver en pijama esa película que siempre quisimos ver, consentirnos con recetas nunca hechas por la falta de tiempo, dedicarnos a rompecabezas nunca terminados, hacer punto de cruz, hágalo usted mismo, genial limpieza, etc., la lista podría seguir y seguir.

Pero, después de la primera semana, nos dimos cuenta de que todo había perdido esa apariencia de novedad y, poco a poco, cada uno de nosotros comenzó a sentirse vacío, aburrido, desconcertado, agitado, en resumen, para experimentar una amalgama de sentimientos encontrados.

Comenzamos a reflexionar sobre la importancia de los pequeños gestos, sobre las cosas y personas realmente importantes en nuestra vida. Nuestra mente, en  naturalmente, literalmente separó cosas y personas entre el contenedor de lo que importa y el de lo irrelevante. Solo ahora entendemos, por ejemplo, la importancia de poder salir libremente, incluso para una simple caminata, o para ir a comer una pizza, o para conocer a un ser querido y poder abrazarla con fuerza y ​​calidez.. Incluso cuando todo esté terminado, por desgracia, siempre tendremos miedo de hacer incluso estos pequeños gestos porque este virus rompió algo dentro de nosotros nos ha barrido como solo un huracán puede hacerlo y es un sentimiento que llevaremos dentro de nosotros para siempre; Puede desvanecerse gradualmente, pero siempre ocupará, como un grano de arena, una pequeña parte de nosotros.

Todo lo que tenemos que hacer ahora es levantarnos, estar unidos como siempre, respetar las reglas para poder salir más fuertes y libres. No continuamos empeorando las cosas, derrotamos a este mal que nos ha abrumado con tanta vehemencia y sacamos lo bueno de lo que nos está sucediendo.

Sentir emociones es un privilegio, aprender a expresarlas nos ayuda a acercarnos a quienes amamos y a estar en paz con nosotros mismos y con los demás.

La diferencia la hacen aquellos que saben cómo mantenerse cerca de usted, incluso desde la distancia.

 

Una nueva vida durante y después del coronavirus.

| OPINIONI |