Yo también, hijo de Ilva, enfermo a los 30 pero con pan en la mesa

(de Massimiliano D'Elia) Yo también, hijo de Ilva. Viví mi infancia y adolescencia en Taranto, mi papá trabajaba en Ilva en Taranto, en ese momento Italsider. Italsider nos ha permitido vivir, estudiar y para la mayoría de nosotros también enfermarnos. A los 30 años, ante el asombro de los médicos y las estadísticas de salud, se descubrió que tenía un tumor de vejiga muy agresivo que, afortunadamente, atrapado a tiempo, no me causó un daño particular, pero marcó mi alma. Cada chequeo anual es el examen de por vida. Es decir que la contradicción que existe en Tarento es muy fuerte, por un lado están los trabajos sacrosantos, por otro el problema medioambiental preeminente. Una contradicción que a lo largo de los años ha dormido cualquier otra iniciativa emprendedora, a pesar del enorme potencial turístico y artístico de la ciudad, conocida como la ciudad de dos mares, el pequeño mar, justo al lado de la Ilva y el gran mar.

Taranto convive con el trabajo de la acería, fábrica en la que trabajan 8.200 de los 10.700 empleados del grupo. La decisión sobre el futuro de la segunda acería de Europa capaz de aportar el 1,4 por ciento del PIB a nuestro país está en manos de una política confusa y de la gente de Tarento que siempre ha estado dividida sobre el tema. En las elecciones políticas del 4 de marzo de 2018, el Movimiento 5 Estrellas obtuvo un voto sobre dos, alcanzando el 47%, gracias a la promesa de cerrar la planta de acero.

Para hacerse eco de los estados de ánimo de la ciudad, el gobernador de Puglia, Michele Emiliano que está exactamente en el centro de la pregunta: "Si ILVA nunca hubiera existido, habría sido una fortuna para Puglia y Taranto. Pero la fábrica existe, mata a ciudadanos y trabajadores, es totalmente ilegal como demuestra la propia ArcelorMittal, que sin una inmunidad penal especial ordena con arrogancia al Estado italiano recuperar la fábrica en un plazo de 30 días. La solución es no hacer estallar la fábrica debido a la liberación de responsabilidad de ArcelorMittal. Dejarían una bomba ecológica sin resolver y miles de parados".

El alcalde de Taranto, Rinaldo Melucci, por lo que si el de ArcelorMittal "si no fuera una táctica, como básicamente esperamos, deberíamos estar preparados para un relanzamiento valiente para nuestros conciudadanos. ¿Cuales? Quizás volviendo a la Taranto descrita por Pier Paolo Pasolini, en 1959, en el reportaje a lo largo de las costas italianas, El largo camino de arena, una ciudad donde vivir es como vivir dentro de una ostra abierta. Aquí Taranto nuevo, allí, lleno, viejo Tarante".

En los próximos días podría haber un punto de inflexión para una ciudad que alguna vez fue la perla de Magna Graecia. El punto de inflexión podría ser invertir en soluciones de vanguardia para permitir que la acería más grande de Europa continúe cumpliendo con las regulaciones ambientales actuales. No se puede quitar la vida, pero tampoco se puede quitar el pan de la mesa.

Yo también, hijo de Ilva, enfermo a los 30 pero con pan en la mesa

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