Antártida: primer vuelo técnico en la nueva pista italiana

Un C-130J aterriza en la pista diseñada y construida por ENEA y el Ejército del Aire Italiano, la primera del continente antártico sobre una morrena

Primera prueba de aterrizaje esta mañana en la nueva pista antártica diseñada y construida por ENEA y el Ejército del Aire, en colaboración con los Bomberos, gracias a una financiación específica del Ministerio de Universidades e Investigación. A las 130 hora italiana, un C-46J de la 4.30 Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Italiana realizó con éxito su primer aterrizaje en la pista semipreparada destinada a convertirse en un hub internacional en la Antártida al servicio de la investigación científica, no solo italiana.

El vuelo transportaba materiales y alimentos para hacer frente a la emergencia provocada por el reducido espesor del hielo marino, que este año no permitió aterrizar aviones de gran porte en el pack frente a la base costera italiana Mario Zucchelli en la bahía de Terranova.

Con 60 metros de ancho y completados los primeros 1.700 metros de los 2.200 previstos por el proyecto, la pista se construyó por primera vez sobre una morrena, aprovechando los depósitos de escombros que dominan Boulder Clay, un glaciar de más de 100 metros de espesor, ubicado A 4 km de la estación Zucchelli. Los trabajos que harán que la aeroestructura esté en pleno funcionamiento a partir de la próxima expedición antártica se completarán en los próximos meses.

"Esta pista de aterrizaje permitirá aumentar la confiabilidad, flexibilidad y seguridad de las operaciones logísticas del PNRA - Programa Nacional de Investigación Antártica”. explica Elena Campana, responsable de la Unidad Técnica Antártica de ENEA, que se encarga de la planificación logística de los envíos italianos. “Este es un recurso importante – aggiunge – también para los otros programas antárticos que se encuentran operando en el Mar de Ross. Los Programas Antárticos de Nueva Zelanda y Corea del Sur ya han expresado su gran interés en colaborar y esta infraestructura que también podrá apoyar las actividades del Programa Antártico de los Estados Unidos..

"La Fuerza Aérea jugó un papel fundamental tanto en el diseño como en la construcción de la pista de aterrizaje de Boulder Clay, también gracias al despliegue en el sitio de numerosas máquinas de movimiento de tierras suministradas al Servicio de Infraestructura de Comando Logístico de AM Se trata de un proyecto único en el mundo de su tipo, extremadamente complejo debido a la gravedad del contexto antártico y del sitio en el que se encuentra, lo que requirió una larga actividad preliminar de estudio y seguimiento de la estabilidad estructural, realizada junto a investigadores de ENEA y PNRA”. explica el Teniente Coronel Antonello Germinario, oficial ingeniero del Ejército del Aire que participó en el diseño de la obra y que este año cumple el rol de experto geotécnico y jefe de obra en campo. “Para verificar la idoneidad para el aterrizaje y despegue de las diferentes categorías de aeronaves – aggiunge  – los índices de resistencia estructural de la pista son monitoreados constantemente tanto por el Laboratorio de Geotecnia del 2º Departamento de Ingeniería AM como por ENEA.

En concreto, la pista de aterrizaje está formada por capas superpuestas de material encontrado en el sitio: la cimentación está formada por material de piedra tosca mientras que las superiores están hechas de material con un tamaño de grano decreciente utilizando el Air Convection Embankment (ACE), el cual favorece la convección del aire en el interior de la estructura, protegiendo el sistema morrena/glaciar subyacente del sobrecalentamiento durante el verano.

"El hielo marino proporciona una superficie adecuada para las operaciones aéreas, pero no es fiable con el tiempo. En primer lugar, solo se puede utilizar durante un período limitado del año, no más de un mes a principios del verano austral, antes de que la calefacción estacional lo haga inadecuado para este tipo de actividad. explica Gianluca Bianchi Fasani de ENEA, director técnico del trabajo y jefe de expedición en la estación Mario Zucchelli de la 38ª Expedición Italiana a la Antártida. “Este año los prolongados e intensos vientos catabáticos combinados con los fuertes temporales marinos que se produjeron en la zona impidieron que el hielo alcanzara el espesor mínimo que nos permitiría montar una pista de aterrizaje sobre el banco de hielo, obligándonos a desviar las operaciones aéreas hacia la Base estadounidense en McMurdo. Una pista de tierra, también desde el punto de vista del futuro, soluciona este problema. Vuelo de la Fuerza Aérea en Boulder Clay Prueba de prueba de ingeniería para operaciones de infraestructura el próximo año”, concluye Bianchi Fasani.

"La pista de aterrizaje semipreparada en la Antártida nos enorgullece especialmente”, subrayó el general de brigada Mario Sciandra, Jefe del Servicio de Infraestructuras del Mando Logístico del Ejército del Aire. “En este ejemplo de colaboración institucional se han abordado y resuelto con éxito problemas inexplorados, lo que ha permitido a los cuerpos técnicos de nuestro Servicio de Infraestructuras adquirir una experiencia extraordinaria que contribuirá a ampliar su abanico de competencias en la construcción de los denominados taludes semipreparados en apoyo a la operación de la Fuerza Aérea.

Las misiones italianas en la Antártida están financiadas por el Ministerio de Universidades e Investigación en el marco del PNRA, con ENEA gestionando la organización logística y el Cnr como responsable de la planificación científica. La 38.ª expedición italiana a la Antártida comenzó en octubre e involucra a un total de 240 técnicos e investigadores, incluidos 23 operadores y especialistas del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y Arma dei Carabinieri puestos a disposición por la Defensa, involucrados en 50 proyectos centrados principalmente en ciencias atmosféricas, geología, paleoclima, biología, oceanografía y astronomía. La Fuerza Aérea, en particular, también aporta un avión C-130J de la 46.ª Brigada Aérea de Pisa, con tripulaciones capacitadas para operar en condiciones climáticas y ambientales extremas, para las conexiones entre Nueva Zelanda y el continente antártico.

Antártida: primer vuelo técnico en la nueva pista italiana