Arzobispo de Gwangju: las superpotencias explotan las tensiones con Pyongyang

Hyginus Kim Hee-Joong, arzobispo de Gwangju y presidente de la Conferencia Episcopal Coreana, en una entrevista con Antonio Spadaro, director de La civilización católica, afirma que "muchos coreanos piensan que todas las superpotencias involucradas están usando esta tensión con Corea del Norte para sus intereses nacionales".

El presbítero, que también recuerda la carta del presidente surcoreano Moon Jae-in al Papa poco antes de recibir al presidente estadounidense Donald Trump, afirma que "Algunos interpretan esas acciones de Corea del Norte como una forma de supervivencia contra las superpotencias, mientras que otros consideran ese gesto como una inaceptable amenaza de guerra. Creo que los lanzamientos de misiles de demostración son un mensaje contundente, el de estar dispuestos a dialogar con Estados Unidos, pero solo en pie de igualdad. Algunos piden como condición para entablar un diálogo con Corea del Norte que renuncie de antemano a los ensayos nucleares. ¿Pero no es esta una lógica incorrecta? ¿No es Corea del Norte exactamente el propósito del diálogo en sí? Hasta la fecha ha habido varios diálogos entre Corea del Norte y Estados Unidos, entre Corea del Sur y Corea del Norte, pero no han dado frutos definitivos. ¿Por qué? Muchos coreanos - explica Mons. Hyginus Kim Hee-Joong - piensan que todas las superpotencias involucradas están usando esta tensión con Corea del Norte para sus intereses nacionales. Se dice que algunos países están obteniendo grandes ganancias al explotar y extender esta tensión en la península de Corea ".

Desde el final de la Guerra Fría, la percepción de los Estados Unidos de Corea del Norte ha presentado alguna paradoja: por un lado la percepción de una amenaza, incluso nuclear, y por otro, una continua burla del régimen coreano.

En el mensaje para el Año Nuevo, Kim Jong-Un afirmó que el país ha alcanzado el estado de la energía nuclear de la energía nuclear en el 2016 y estaba listo para el lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales (ICBM).

Sin embargo, persiste la doble percepción de Corea del Norte entre miedo y farsa. Existe una disparidad de poder entre los dos países. Esta disparidad no permite que Corea del Norte abandone su programa nuclear, que Estados Unidos cambie el comportamiento de Corea del Norte sin aceptar condiciones que penalicen a los estadounidenses.

Las relaciones internacionales entre países, cuando no alcanzan sus objetivos, se limitan a la gestión diaria sin resolver conflictos.

 

Roberta Preziosa

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