En el sitio montiprenestini.info nos llamó la atención la historia de una chica de 17 años, Ginebra quien vive en artena un pequeño pueblo en la provincia de Roma, que padece una enfermedad rara: "radiculopatía sacra con atrapamiento venoso de los nervios en las raíces sacras". Una enfermedad rara y altamente incapacitante que, para evitar lo peor, necesita ser tratada con una delicada cirugía que, lamentablemente, solo puede realizarse en el extranjero, precisamente en Zúrich por el prof. no puedo, una luminaria para este tipo de enfermedades.
La historia de Ginebra
Nacida prematura en la semana veintisiete de gestación, luchó por sobrevivir atada a unos tubos que la ayudaban a respirar y alimentarse. Cuando creció creció como una niña normal, llena de vida y con muchas pasiones, una de ellas todas por el canto. A la edad de 13 años comenzaron las tribulaciones para Ginebra y toda su familia, un ir y venir entre todos los hospitales pediátricos italianos más importantes y calificados.
Después de haber estado en el niño gJesús, Al Meyer de Florencia, en el Negrar de Verona y llegar a un Cívico de Palermo, se aconseja a los padres que hagan un último intento en un hospital especialista suizo en Zúrich, el Puedo ver el Centro Médico Internacional.
La Ginebra de hoy es incapaz de caminar más de 50 pasos, con el miedo siempre en el horizonte, de ver el cuerpo deformarse y ya no responder a las órdenes.
A pesar de todo, Ginevra está comprometida con la escuela y no quiere renunciar a vivir una vida lo más normal posible aunque el aire no sea nada tranquilo en la familia: mamá Eleonora siempre está a su lado mientras papá Roberto sigue trabajando para ayudar a su pequeña, a pesar de tener graves problemas cardíacos. En el fondo familiar también está la hermana pequeña. penélope que vive el día a día, con tristeza en el corazón, viendo a sus seres queridos sufriendo e impotentes ante una enfermedad difícil de metabolizar.
esperanza al fin, la el próximo noviembre puedes irte a Zúrich para intentar, con la operación, liberar los nervios de Ginebra de las garras de la enfermedad. El profesor Canver hace unos días comunicó la noticia a la madre Eleonora.