Una violenta tormenta de nieve en Campo Imperatore, en el Gran Sasso, bloqueó las búsquedas de Luca Perazzini, de 42 años, y de Cristian Gualdi, de 48, ambos de Santarcangelo di Romagna. Los dos escaladores de Romaña están desaparecidos desde hace días después de caer en un barranco durante una escalada. Las condiciones meteorológicas prohibitivas dificultan seriamente las labores de rescate, con ráfagas de viento que alcanzan los 135,2 km/h y temperaturas que alcanzan los -9,5 grados.

La situación también involucró a 18 personas, entre ellas 11 socorristas del Cuerpo Nacional de Salvamento Alpino y Espeleológico (Cnsas), que permanecían varados en el albergue "Lo Zio" de Campo Imperatore. Aunque las instalaciones están adecuadamente equipadas, es probable que el grupo tenga que pasar tanto Nochebuena como Navidad en altura. Aunque se ha reparado la avería en el teleférico que conecta con la base, las condiciones meteorológicas aún no permiten la reactivación del sistema.

Gualdi y Perazzini, bien equipados para la ascensión, se consideran ahora en grave riesgo después de pasar dos noches bajo temperaturas extremas. Las búsquedas fueron suspendidas en varias ocasiones debido a condiciones prohibitivas, entre ellas nieve, espesa niebla y fuertes vientos, que imposibilitaban continuar con seguridad. Los socorristas, en un intento de acercarse a la zona del accidente, se detuvieron en Sella di Corno, antes de verse obligados a retirarse.

El alcalde de Santarcangelo, Filippo Sacchetti, expresó la cercanía de la comunidad a las familias de los montañeros, subrayando la esperanza de que los dos hombres puedan ser encontrados con vida. “Hasta cierto punto se podía acceder a sus teléfonos y luego nada”, afirmó el alcalde.

Este año se confirma como trágico para los accidentes de montaña en Abruzzo, con un saldo de diez muertos y dos desaparecidos. Entre los desaparecidos también se encuentran un excursionista y un cazador de setas que desaparecieron el pasado mes de septiembre. La situación ha llevado a las autoridades locales a promover un manual sobre seguridad en la montaña, instando a los excursionistas a planificar cuidadosamente sus actividades, comprobar el tiempo y no subestimar los riesgos asociados al mal tiempo.