Cecilia Sala: un desafío diplomático entre Irán y EE.UU. con Italia en el centro

Emanuela Ricci

Sala, de 29 años, estaba en Irán realizando entrevistas para un podcast cuando fue arrestada acusada de violar las leyes de la República Islámica. Actualmente se encuentra recluida en régimen de aislamiento en una prisión conocida por albergar a disidentes políticos y extranjeros. Las autoridades italianas están trabajando para conseguir su liberación, pero la cuestión se complica debido al asunto de Mohammad Abedini Najafabadi, un ingeniero suizo-iraní detenido en Italia el 16 de diciembre.

Abedini está acusado por Estados Unidos de haber exportado ilegalmente componentes electrónicos sofisticados para la producción de drones utilizados por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. Detenido en Malpensa por orden de detención internacional, se encuentra recluido en la prisión de la Ópera de Milán, a la espera de la decisión sobre la extradición solicitada por los Estados Unidos. El régimen de Teherán parece querer utilizar la detención de Sala para presionar a Italia para que bloquee la extradición de Abedini.

Una situación que coloca a Italia en una posición difícil: por un lado, está la necesidad de preservar la relación con Estados Unidos; por el otro, la urgencia de traer al periodista a casa. El gobierno italiano parece inclinado a evaluar la extradición con cautela, considerando también el riesgo de repercusiones políticas y de seguridad.

La situación se vuelve aún más delicada por un precedente poco feliz en términos de reputación para nuestro país. El caso se refiere a Artem Uss, el empresario ruso que escapó del arresto domiciliario en Italia tras una controvertida decisión de los magistrados que provocó duras críticas por parte de los Estados Unidos. La vergüenza del momento empuja ahora al gobierno italiano a actuar con mayor atención para evitar nuevos incidentes diplomáticos.

En este contexto, sin embargo, Turquía podría desempeñar un papel clave como mediador. Gracias a su posición estratégica y sus relaciones consolidadas tanto con Occidente como con Oriente Medio, Ankara puede facilitar una triangulación diplomática entre Italia, Estados Unidos e Irán.

Al mismo tiempo, Italia analiza el cambio de administración en Estados Unidos, con la toma de posesión de Donald Trump prevista para el 20 de enero. El gobierno italiano espera que el nuevo contexto político pueda favorecer una mayor flexibilidad en las negociaciones, especialmente considerando los vínculos entre la primera ministra Giorgia Meloni y algunas figuras influyentes del entorno de Trump.

La Farnesina y los servicios de inteligencia trabajan incansablemente para encontrar una solución que garantice la liberación del periodista sin comprometer el equilibrio geopolítico y, sobre todo, la alianza histórica con Estados Unidos.

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