por Antonio Adriano Giancane
Según lo declarado por Urban e Mike Pompeo, Si Donald Trump será reelegido, recortará la ayuda a Ucrania, cederá su territorio y tratará directamente con Vladimir Putin imponer un "paz injusta" Al país. Sin embargo, no hay evidencia de que tal capitulación sea parte de la política del presidente Trump y mucha evidencia apunta a lo contrario. De hecho, fue Trump quien levantó el embargo de armas impuesto por la administración Obama a Ucrania en 2017, proporcionando al país los misiles Javelin que ayudaron a salvar a Kiev en los primeros días de la invasión rusa. Más recientemente, Trump dio cobertura política al presidente de la Cámara, Mike Johnson, cuando maniobró para impulsar más ayuda militar.
Ayudar a Ucrania y al mismo tiempo revitalizar la base industrial de defensa de Estados Unidos en Alabama, Pensilvania y Virginia es una buena política y estrategia. La debilidad de la administración Biden ha dejado a Ucrania en la situación en la que se encuentra hoy: dos años de guerra total, con ciudades destruidas, cientos de miles de muertos y millones de refugiados sin medios para ganar.
No solo el China, por tanto, pero Estados Unidos también puede ser la clave para poner en marcha un plan que conduzca a poner fin al conflicto en Ucrania. En un mundo cada vez más interconectado y complejo, la cooperación entre grandes potencias como China y Estados Unidos se vuelve crucial para resolver conflictos internacionales. La guerra en Ucrania, con sus devastadoras consecuencias humanitarias y económicas, representa un desafío global que requiere una respuesta coordinada.
Un plan de paz conjunto
China y Estados Unidos, como dos grandes superpotencias, tienen una influencia significativa y pueden desempeñar un papel decisivo en las negociaciones de paz. Ambos países podrían comenzar por establecer un canal de comunicación directo y constante para coordinar sus acciones y estrategias diplomáticas. Este canal serviría para asegurar que ambos países estén alineados en sus esfuerzos y que sus acciones sean complementarias.
China, con sus estrechos vínculos económicos y políticos con Rusia, podría ejercer una presión diplomática significativa sobre Moscú. Utilizando su influencia económica y sus relaciones políticas, Beijing podría persuadir al gobierno ruso para que considere seriamente un alto el fuego y comience negociaciones de paz. Al mismo tiempo, China podría actuar como mediador neutral, facilitando las conversaciones entre las partes en conflicto.
Por otro lado, Estados Unidos, con su papel de liderazgo en la OTAN y su influencia en Europa, podría garantizar el apoyo de los aliados occidentales a cualquier acuerdo de paz negociado. Washington también podría ofrecer garantías de seguridad a Ucrania, asegurando al gobierno de Kiev su soberanía e integridad territorial. Además, Estados Unidos podría ayudar a elaborar un paquete de reconstrucción económica para Ucrania, impulsando así el proceso de paz.
Hacia una “Conferencia Internacional de Paz”
Un elemento crucial de esta intervención diplomática podría ser la creación de una conferencia internacional de paz, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, con la participación de todas las partes involucradas, incluidas Ucrania, Rusia, China, Estados Unidos y los principales países europeos. Esta conferencia podría proporcionar una plataforma para negociar un acuerdo de paz integral, que aborde no sólo el alto el fuego, sino también cuestiones de seguridad a largo plazo, la reconstrucción posconflicto y la reconciliación.
Un compromiso compartido por la Paz
Por tanto, sería deseable un trabajo conjunto entre China y Estados Unidos para mantener la presión diplomática y garantizar la implementación de los acuerdos alcanzados. Se podría establecer un mecanismo de seguimiento internacional para supervisar el cumplimiento del alto el fuego y la implementación de las medidas acordadas.
En resumen, una intervención diplomática conjunta de China y Estados Unidos, basada en una estrecha cooperación y un enfoque multilateral, podría representar una forma realista y eficaz de poner fin a la guerra en Ucrania. La combinación de la influencia diplomática china y el apoyo estratégico estadounidense podría crear las condiciones necesarias para una paz estable y duradera en la región.
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