El primer ministro, Giuseppe Conte, declaró que no "se sentía ajeno" a la historia del barco Diciotti, que motivó la acusación de secuestro y de menores y la posible autorización para proceder contra el viceprimer ministro Matteo Salvini de parte del Senado. Al margen de la quinta cumbre de los países de la ribera sur de la Unión Europea (Med7) en Nicosia, el premier afirmó que el asunto vinculado al barco Diciotti formaba parte de la "línea política adoptada por este gobierno sobre inmigración". El primer ministro dejó en claro que él es "la máxima autoridad del gobierno y yo soy el responsable de esta política".
Sobre la votación del Senado, el primer ministro destacó: “No seré yo quien sugiera a los senadores cómo deben votar. También porque desde este punto de vista me siento en conflicto de intereses ya que no puedo juzgarme ”. El primer ministro concluyó afirmando que "los senadores juzgarán la política del gobierno" en referencia al voto en la sala de audiencias para la autorización para proceder con la investigación contra el ministro del Interior, Salvini. Finalmente, a quienes le preguntaron si consideraba legítima la decisión tomada por el ministro en el asunto, el primer ministro aclaró: "Si lo hubiera considerado ilegítimo habría intervenido".
