Deshidratación: no subestimamos el efecto en nuestros ojos

La doctora Elisabetta Bernardi del Observatorio Sanpellegrino explica por qué una hidratación adecuada ayuda a mantener nuestros ojos sanos

Los efectos de la deshidratación sobre la salud y el bienestar general son numerosos y a menudo se relacionan fácilmente con dolores de cabeza, somnolencia, calambres, mareos o cálculos renales. Más insidiosas, sin embargo, son las consecuencias de la deshidratación que se asocian con menos frecuencia y que corren el riesgo de comprometer funciones absolutamente esenciales: los ojos y la vista. La combinación de deshidratación y mala lubricación se percibe como sequedad ocular y produce una sensación de fatiga visual, aún más fuerte cuando pasas muchas horas frente a una pantalla por trabajo o conduciendo de noche.

Un estudio de 1 [2015] quería analizar si no beber cantidades suficientes de agua y alterar nuestro estado de hidratación también podría tener efectos en nuestros ojos y función visual. Los resultados de esta investigación confirmaron que el estado de hidratación del cuerpo afecta en gran medida una variedad de procesos fisiopatológicos oculares. Por ejemplo, la deshidratación puede asociarse con el desarrollo del síndrome del ojo seco, cataratas y enfermedad vascular retiniana.

“La hidratación adecuada es importante para cada célula de nuestro cuerpo. De hecho, la deshidratación afecta a todas las células, tejidos y órganos del cuerpo y esto no excluye la salud de los ojos ". dice la Doctora Elisabetta Bernardi, Bióloga especialista en Ciencias de los Alimentos y miembro del Observatorio Sanpellegrino. “La salud ocular también depende de un correcto equilibrio de líquidos en el cuerpo. Sin agua, los conductos lagrimales reducen la producción de lágrimas y los ojos pierden la lubricación que necesitan para funcionar correctamente ".

Otro elemento importante del ojo es el humor acuoso, un líquido salino compuesto por un 98% de agua que transporta sustancias importantes y necesarias para el correcto funcionamiento del ojo, especialmente para aquellas áreas que no están conectadas directamente con el sistema vascular. También sirve para mantener estable la presión intraocular, nutrir el cristalino, defender de patógenos y jugar un papel importante en el paso de la luz.

Teniendo en cuenta que el ojo está compuesto principalmente de agua y necesita agua para funcionar correctamente, una hidratación adecuada es esencial para garantizar la salud ocular. Los expertos sugieren una cantidad de 8-10 vasos de agua al día para que nuestro organismo funcione correctamente, sin descuidar que un consumo adecuado de frutas y verduras puede ayudar a alcanzar el requerimiento diario de agua.

Deshidratación: no subestimamos el efecto en nuestros ojos

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