Después del cierre, Digital Healthcare

(por Giancarlo De Leo) La introducción de nuevas tecnologías digitales en la salud es uno de los principales objetivos de las instituciones italianas y europeas. Es evidente que el coste de la asistencia sanitaria tradicional está destinado a volverse insostenible y, por tanto, poder adoptar medidas que sean capaces de contener el gasto sin comprometer el nivel de asistencia se ha convertido en una prioridad absoluta.
Las enfermedades crónicas cada vez más generalizadas y una población cada vez más anciana requieren una transformación de época con la transición de un medicamento basado en diagnósticos y tratamientos a un medicamento 4P (predictivo, preventivo, personalizado y participativo). La creciente difusión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el Sistema Nacional de Salud (Historia Clínica Electrónica, Historia Clínica Electrónica, Telemedicina, Sistemas de Apoyo a la Decisión Clínica, Impresión 3D, Inteligencia Artificial, Cirugía Robótica, Aplicaciones Biomédicas, Realidad Aumentada, etc.) requiere superar no solo obstáculos estructurales sino también culturales.
Además, es necesaria una adecuada formación y actualización continua de los profesionales sanitarios, así como la implicación activa de los ciudadanos, pacientes y cuidadores en las decisiones clínicas que solo se pueden tomar gracias a la aportación de información clara y fiable.
De particular interés es la experiencia de los expertos en información que es esencial y no puede ser sustituida. En la organización del conocimiento científico, se necesitan más y más expertos en gestión de contenido y calidad, también para producir sitios de salud dirigidos a profesionales, pacientes y ciudadanos. Estas son habilidades transversales como las de los informáticos para la parte técnica. No existe un sector donde el suministro de documentación no sea necesario, pensamos en el registro médico que debería estar vinculado a la información más actualizada para el profesional, como ya es el caso con los sistemas de soporte de decisión clínica.
El mismo paciente, en la parte que le pertenece (diario), dentro del Registro Médico Electrónico también debe recibir información de portales de calidad para manejar mejor sus enfermedades y problemas. Precisamente en la integración entre las herramientas informáticas y de documentación es donde está en juego el futuro de la medicina.
Durante los meses más exigentes de COVID-19, la necesidad condujo al redescubrimiento de Smart Working en Italia (que prevé la ausencia de limitaciones de espacio) y una gran ayuda de Telemedicine, que permitió, entre otras cosas, apoyar pacientes crónicos, para acelerar las reuniones técnicas y burocráticas y para salvar vidas.
COVID-19 ha puesto la urgencia de innovar rápidamente el Sistema Nacional de Salud y llevar a cabo las reformas tecnológicas que ha estado discutiendo durante años. (ver documento "Iniciativas para el relanzamiento" Italia 2020-2022 ", llamado" Plan Colao ", Hojas de trabajo n. 73" Plan nacional de salud digital "y n. 74" Monitoreo nacional de salud ").
El "Plan Colao" para la Atención Médica se centra, en particular, en las deficiencias del Sistema Digital de Salud a nivel nacional, que con demasiada frecuencia ha resultado obsoleto e incapaz de dar respuestas rápidas y eficientes a los ciudadanos. Por lo tanto, el desafío para los próximos meses es poder conectar a todos los actores del Sistema de Salud, digitalizar el sector e implementar servicios de bienestar.
La emergencia COVID-19 resalta la necesidad de la aplicación de Telemedicina (un método para proporcionar servicios de atención médica mediante el uso de tecnologías innovadoras que lleva el servicio del médico directamente al hogar del paciente, sin salir de la oficina y sin que el paciente mismo se vea obligado a moverse), no solo para COVID, sino sobre todo para garantizar el acceso a la atención de todos los demás pacientes.
El uso de la telemedicina, que representa una frontera nueva y muy importante, ya que implica un conjunto de procesos organizativos y tecnológicos que permiten eliminar las barreras de distancia, tiempo y costos para el acceso a la atención, ya ha ofrecido una forma regular y durante algún tiempo. estar cerca de los pacientes incluso desde la distancia y, con la capacidad de ver de forma remota los datos transmitidos desde el hogar, involucró la participación del paciente y su familia en prácticas compartidas que permitieron ahorrar en viajes y largas esperas.
En el bloqueo posterior, las visitas de seguimiento y los controles programados se reanudaron gradualmente, para facilitar la contención y el manejo de la emergencia epidemiológica del COVID-19.
En realidad, la mayoría de los profesionales de la salud aún usan tecnologías en una forma que no es reconocida por los centros de salud y también carece de trazabilidad legalmente válida.
Cabe señalar que el uso de herramientas tecnológicas para el procesamiento de información de salud o el intercambio en línea de datos y / o información de salud no constituye en sí mismo un servicio de Telemedicina, como correo electrónico, redes sociales y foros. Además, la Telemedicina debe estar sujeta a un sistema de acreditación que garantice a los pacientes, operadores y pagador.
En conclusión, la digitalización y virtualización de la atención podría ser la única solución posible al problema. Es necesario favorecer la transición, en la medida de lo posible, del actual y costoso sistema que sitúa al hospital en el centro a un modelo de atención distribuida por todo el territorio y centrada en el paciente con una asistencia que se desmaterializa y se vuelve digital. Por ello es importante que a partir de esta extraordinaria situación el Sistema Nacional de Salud se califique y habitúe cada vez más a la Telemedicina, analizando el marco regulatorio que necesita una actualización de los Lineamientos Nacionales, identificando las ventajas y prestando atención a la capacitación y actualización de competencias digitales del personal que trabaja en el sector sanitario, dando importancia a la protección y seguridad de los datos. La tecnología debe apoyar a los profesionales sanitarios y a los pacientes. Solo así será posible dar el salto que Italian Healthcare ha estado esperando durante años.

Giancarlo De Leo - Consultor en publicaciones médico-científicas y atención médica digital, socio y secretario del Observatorio de Salud Digital de la Asociación Italiana de la Revolución Digital (AIDR)

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