(por Marco Zacchera) Absolutamente inaudito, sigo proponiendo una idea simple pero importante para millones de empresas y familias: bloquear las tasas bancarias máximas en anticipos y préstamos en cuenta corriente, válidas tanto para préstamos domésticos como corporativos. Especialmente para las familias, las habituales empresas financieras sin escrúpulos eluden la ley y a menudo practican las tasas de usura y en caso de incumplimiento (dada la crisis, hay muchos casos) se desencadenan espirales de deuda incurables, tragedias familiares, incautaciones de activos, ejecuciones hipotecarias. etc. Pero, ¿por qué no intervenimos bloqueando los intereses de la "parausura", llevándolos a un máximo, por ejemplo, por debajo del 10% anual "todo incluido"? Además, se trata de préstamos a menudo otorgados por empresas financieras de dudosa transparencia, pero es un capítulo que no parece interesar ni al gobierno ni a la oposición.

Pero en este punto, dado que los pagos de hipotecas y préstamos no pueden posponerse indefinidamente, también se debería poner un "techo" a los bancos. Por ejemplo, al decidir que hay un límite al tipo aplicable a los anticipos de las cuentas corrientes de “caja” de las empresas y sobre todo a las distintas “partidas” de gasto más o menos ocultas que pesan en las cuentas corrientes por diversas e imaginativas razones.

¿No sería más que lógica una reducción de las tasas reales en torno a cinco veces la de la inflación? Aquí hay una idea que podría permitir que las empresas y las familias sobrevivan y que los bancos (los serios) no quiebren.

Emergencia financiera