El Banco Central Europeo (BCE) continúa con determinación en sus actividades encaminadas a definir las características para el diseño del euro digital. Y ello en vista de una posible decisión de emisión que pudiera adoptar la Junta de Gobierno.
Los bancos de Italia participan activamente en el proyecto, también con servicios innovadores, basados en la programabilidad de pagos, en los que han trabajado de forma experimental. Por ejemplo, el caso de la aplicación del euro digital a los bonos culturales u otros bonos pagados por el Estado, en los que la primera utilización del euro digital está ligada a la finalidad perseguida, pero posteriormente el dinero pasa a disposición de quienes lo recibieron, fue objeto de estudios particulares en profundidad, sin más limitaciones. El uso de la moneda digital se programa de acuerdo con instrucciones predefinidas de vez en cuando.
El euro digital puede ser muy importante para las familias, las empresas, el país y Europa. Será capaz de aportar un importante reconocimiento del espacio europeo al mundo, junto con la legalidad y la estabilidad.
Se adoptará el euro digital si aporta un valor concreto y perceptible al mercado. Según un análisis del BCE, los segmentos de mercado que cumplirían los objetivos del Banco Central son atribuibles a los pagos entre personas y en puntos de venta y online, además de entre el Estado y los ciudadanos.
Si se confirman estas prioridades, el diseño y la arquitectura de la nueva moneda digital deberían permitir, según los bancos italianos, nuevas funciones como las que posibilita la programabilidad para diferenciar el euro digital de los medios de pago electrónicos ya disponibles. También se sugirieron servicios innovadores, particularmente en las áreas de pagos programables, micropagos, pagos a múltiples beneficiarios y transacciones de empresa a empresa.
Junto con el trabajo sobre el euro digital, el BCE está examinando las posibles evoluciones de las infraestructuras del sistema, teniendo en cuenta la posible introducción de tecnologías avanzadas, en particular basadas en registros distribuidos para la liquidación de transacciones mayoristas.