La quinta edición de la expo Wuzhen dedicada a la economía digital tuvo lugar en China. Un lugar donde todos los principales actores mundiales muestran las últimas novedades al público. Lástima que esta vez los estadounidenses no participaron, la competencia en el sector era demasiado fuerte. El miedo de Estados Unidos a superar a China es demasiado fuerte. Washington ve el dinamismo chino como una amenaza para la seguridad nacional, tanto que está tratando de boicotear los dispositivos Huawei en todo el mundo, sospechosos de ser un medio del gobierno chino para espiar a las sociedades occidentales. Sin embargo, la exposición de Wunzhen fue una gran oportunidad para que Huawei exponga al público las noticias en la red súper rápida.
Aparte de Qualcomm, escribe Business and Finance, ninguna gran tecnología estadounidense ha enviado altos ejecutivos. Caminando por los stands queda claro el tema principal de la exposición, la inteligencia artificial. Muy pocas aplicaciones, pocos robots, los stands de empresas, pequeñas medianas o grandes, son un conjunto de pantallas donde se muestran datos y procesamientos de todo tipo, desde el seguimiento en tiempo real del tráfico de la ciudad hasta el reconocimiento de un rostro entre una multitud. Uno tras otro, todos los grandes nombres de la industria china han disciplinado los diversos "nichos" de la Inteligencia Artificial. Alibaba ha tomado las ciudades conectadas. Baidu de Robin Li ha estado trabajando en la conducción autónoma durante muchos años con el proyecto Apollo. Las nuevas empresas multimillonarias como iFlytek y SenseTime, fundadas por dos ex investigadores, están a la cabeza en reconocimiento de voz y reconocimiento de imágenes, también gracias a la base de datos de dos mil millones de imágenes que el gobierno chino ha puesto a disposición.
Sí, porque los datos lo son todo, son el negocio principal de esta nueva economía, los algoritmos los necesitan para volverse cada vez más inteligentes. Hablando de datos, China está a años luz de Estados Unidos y Europa. Con más de mil millones y medio de habitantes y con reglas poco estrictas sobre privacidad, logra tener una gran cantidad de datos útiles para los nuevos sistemas.
En China, por lo tanto, las máquinas robóticas están en todas partes. En Shenzhen, por ejemplo, experimentan con un sistema de gestión del tráfico con ojos digitales y un cerebro en la nube. En otra ciudad se está probando un nuevo sistema de rating social, que evaluará el "mérito" de cada ciudadano en base a todas las huellas que deje en línea. "Creo que China pronto alcanzará o incluso superará a Estados Unidos en el desarrollo y aplicación de la inteligencia artificial", dice Kai-fu Lee, un científico e inversionista que ha vivido y está familiarizado con la realidad estadounidense.