Ya lo escribimos en 1995. ¿Por qué no sacar una lección del ejemplo ofrecido por Alemania en los últimos años? Porque si nuestros amigos alemanes han logrado hacer del proceso de unificación con la ex RDA la columna vertebral de toda política económica y social, ¿no podemos hacer lo mismo con nuestro Sur? ¿No es razonable pensar que invertir recursos, ideas y energía en el Sur puede traducirse en última instancia en una ventaja también para todo el país? Così il presidente dell 'Eurispes, Gian María Fara en la web institucional del instituto.

El presidente dice: "Reiteramos esta creencia en la edición del Informe Italia 2020 ″.  Un concepto, entre otras cosas, retomado hoy por estudiosos como Ventas de Isaías.

Alemania, señala Fara, ya en las primeras décadas de la reunificación, gastó en la antigua Alemania del Este, más pobre, una cifra cinco veces superior a lo que costó la vilipendiada Cassa per il Mezzogiorno en cincuenta años.

Además, a pesar de lo que se cree comúnmente, la Cassa per il Mezzogiorno absorbió solo el 0,5% del PIB italiano (o en cualquier caso nunca más del 0,7%), mientras que al mismo tiempo las inversiones públicas en el Norte ascendieron al 3,5% del PIB. Sin embargo, buena parte de ese mismo 0,5% también acabó en el Norte, gracias al fenómeno de los "contratos amañados" encomendados a industrias del Norte para la construcción de obras extremadamente caras, muchas veces inútiles y / o nunca operativas (famoso "catedrales en el desierto").

El Fondo Monetario Internacional ha calculado que las empresas que se beneficiaron de la financiación del último período de la Cassa per il Mezzogiorno, en un 80%, fueron grandes empresas del Norte.

En cambio, el Banco de Italia calcula que un aumento de solo un euro en el PIB en el Sur produce un crecimiento de 40 centavos del PIB en el Centro-Norte. Sin embargo, no ocurre lo contrario: es decir, el aumento del PIB en un euro en el Centro-Norte determina un crecimiento para todo el país de solo 10 céntimos. Por tanto, invertir en el crecimiento del Sur más que en el Centro-Norte supone una ganancia para todo el país cuatro veces mayor. Pero, desafortunadamente, nuestras clases dominantes parecen ignorarlo.

Si Italia, por tanto, supera sus ilusiones miopes de poder proceder en pedazos semiseparados, volviendo a considerarse un país y desarrollando así también el Sur, se convertiría en la zona más competitiva de Europa y quizás podría competir con las zonas más competitivas del mundo.

Alemania llevó a cabo una operación similar, demostrando que atraso no es un destino para un territorio (ni un hecho antropológico), sino es una condición que se puede superar en algunas décadas mediante inversiones masivas. Esto también sería posible en Italia si solo nuestro país fuera plenamente consciente de ser uno y el mismo.

Los estudios del Banco de Italia muestran que el sur es la verdadera reserva de crecimiento de Italia: es decir, constituye la parte del crecimiento potencial. Por tanto, si el país llega a descubrir el valor de este inmenso tesoro escondido en el Sur, gozaría de un impulso sin precedentes.

Fara, Eurispes: “Reserva de crecimiento del sur de Italia”. Invertir en el sur por un país más competitivo en Europa y en el mundo