Tras la firma del nuevo contrato para los trabajadores estatales, el gobierno abre conversaciones con los sindicatos. Nuevos directivos sin concurso público

Se ha firmado oficialmente el contrato para los empleados de Funciones Centrales, lo que abre el camino a cambios significativos para los trabajadores del sector público. El acuerdo, firmado entre Aran y los sindicatos CISL, UNSA, FLP y CONFINTESA, supondrá un incremento medio de 165 euros brutos mensuales en las nóminas de marzo de los trabajadores de los ministerios, agencias tributarias, INPS e INAIL. Además, en febrero se emitirá una nómina extra con aproximadamente mil euros de atraso.

El ministro de Administraciones Públicas, Paolo Zangrillo, ha anunciado su intención de convocar una mesa de debate con los sindicatos en los primeros días de febrero, para aplicar inmediatamente el contrato y abordar cuestiones centrales para el futuro del sector. Entre los puntos del orden del día se encuentran la superación de los límites máximos para el tratamiento económico adicional, la introducción de bonificaciones más sustanciales para los empleados y una asistencia social complementaria con exenciones fiscales sobre las bonificaciones de productividad. También se discutirán herramientas para el desarrollo profesional, con un próximo proyecto de ley que permitirá a un número limitado de funcionarios acceder a puestos directivos sin concurso público, y el refuerzo de la formación obligatoria, aumentada a 40 horas por año.

Otra cuestión crucial se refiere a la introducción de la semana laboral de cuatro días con igualdad de jornada, una novedad que podría regularse mediante una directiva específica. Los sindicatos firmantes saludaron el acuerdo, destacando su importancia para el reconocimiento del trabajo de los empleados públicos y para la mejora de sus condiciones económicas. Sin embargo, quedan abiertas algunas cuestiones que el Gobierno y los representantes sindicales pretenden abordar en los próximos meses, teniendo en cuenta las asignaciones previstas en el Documento de Planificación Presupuestaria 2025-2027, equivalentes a 5,5 millones de euros.

A pesar de la firma del acuerdo, algunos sindicatos, entre ellos CGIL, UIL y USB, optaron por no participar, lo que generó dudas sobre algunas disposiciones. El objetivo del gobierno es ahora garantizar la continuidad de la negociación y dar respuestas concretas a las necesidades de los trabajadores, en un contexto que pretende potenciar el sector público como motor de desarrollo e innovación para el país.

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