Increíble, fusión nuclear: el lunes el viaje del supermagnete italiano. 

   

¿Sabías que existen imanes de 200 toneladas que pueden abrir la puerta a la energía del futuro? El lunes por la tarde, el imán más grande jamás construido en el mundo en forma de D y con un peso de 200 toneladas saldrá de la planta de La Spezia donde se construyó, la de Asg Superconductors, empresa de la familia Malacalza. Desde aquí, a bordo de un camión robot radiocontrolado muy especial, tardará 12 horas en recorrer con seguridad los 6 kilómetros que llegará al puerto de la ciudad para embarcarse hacia Porto Marghera, donde hará una larga escala antes de partir hacia Francia, para Caradache, donde se está construyendo el reactor experimental Iter, la máquina resultante de un gran proyecto internacional, que ve a Italia en primer plano con su industria y Enea.

El ambicioso objetivo es demostrar que es posible generar energía imitando el proceso de fusión que ocurre en las estrellas.

"Iter es un proyecto en el que participa todo el mundo y cuyos principales actores son Europa, que aporta más del 50% en términos de fondos y componente, junto a Estados Unidos, Japón, Corea, China, Rusia e India", observó Alessandro Bonito-Oliva, responsable de los imanes de F4E (Fusion for Energy), la agencia de la Unión Europea que gestiona la contribución europea al Iter, definiendo las estrategias y trabajando en colaboración con la industria. “Los imanes son los componentes más importantes de la máquina. Gracias a ellos, de hecho, el plasma que fluirá dentro de la máquina podrá alcanzar la densidad óptima para que se produzca la reacción de fusión.