Futuro demográfico en Italia y convivencia en una sociedad multiétnica

(por Massimiliano D'Elia) La presencia de poblaciones extranjeras en nuestra comunidad es cada vez más impresionante e Italia, que está adquiriendo facetas cada vez más variadas, se está transformando de un país de emigración a un país de inmigración. Al observar los hechos más recientes, notamos cómo este fenómeno se está convirtiendo en una verdadera "emergencia" con un impacto social considerable. Las olas migratorias se han convertido en verdaderas tragedias del mar cuyos protagonistas son hombres, mujeres y niños de diversas edades, culturas y religiones que se embarcan en busca de esperanza huyendo de una situación difícil, pero que muchas veces no logran llegar al lugar fijo o el prometido. Movidos por la desesperación, parten a bordo de embarcaciones donde las condiciones de higiene están al límite de la decencia. Hay miles de muertos por asfixia, hambre, epidemias ... además de las decenas de miles que lamentablemente no sobreviven a los naufragios, o son asesinados salvajemente por sus propios contrabandistas. Los pocos "afortunados" que completan el viaje de la esperanza aterrizan en Italia, donde a menudo se ven obligados a vivir ilegalmente, sin permisos, sin asistencia y, a menudo, sin trabajo ... El otro aspecto delicado sobre el que quiero centrar la atención son los efectos que este fenómeno refleja en el contexto social, político y económico de nuestro país. Como se mencionó, la pobreza, la delincuencia y el desempleo están creciendo exponencialmente, así como la dificultad de las propias instituciones y las autoridades locales para hacer frente a esta emergencia. Su presencia alimenta fuertemente el trabajo ilegal, aspecto que no beneficia a las arcas del país dada la actual crisis económica y financiera. Las instituciones internacionales se movilizan para contener y limitar este fenómeno, pero nadie ha tenido el valor jurídico y estructural más adecuado, solo promesas. Todos repiten que la salvación de la vida humana es la prioridad. Los italianos lo hemos entendido antes que los demás y hemos salvado a cientos de miles de ellos. Ante la inacción internacional, lo cierto es que miles de refugiados se encuentran en nuestro territorio y nuestra sociedad es cada vez más multirracial. El fenómeno, aunque aterrador, debe ser estudiado y metabolizado por la sociedad civil como una evolución social imprescindible que tenderá a estabilizarse con los años y que en todo caso podría fortalecer a nuestra nación. Los Estados Unidos de América han demostrado que la integración entre diferentes grupos étnicos no es imposible, de hecho contribuye a hacer grande a un pueblo. Ciertamente será necesario dar referencias que unifiquen la membresía. En América es la bandera.. Todos se apiñan y lloran alrededor de la bandera y el himno nacional. Puedes ver las banderas de barras y estrellas en todas partes: en los techos de las casas, en las tiendas e incluso en todas las iglesias a la izquierda del altar. También debemos empezar a cantar el himno y rendir homenaje a la bandera todas las mañanas en el aula. Necesitamos fomentar la cultura de los símbolos nacionales. Solo así podríamos dar sentido de pertenencia a todos, antes de proponer ius soli, cultura, etc.

 

Futuro demográfico en Italia y convivencia en una sociedad multiétnica

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