Las protestas estallaron en ciudades y campus de toda China. Ciudadanos frustrados e indignados salieron a las calles en una rara ola de manifestaciones contra la política de "cero covid" del gobierno.
Los residentes de Shanghái, la ciudad más poblada de China, se reunieron anoche y esta mañana para pedir el fin de los cierres relacionados con la pandemia, cantando: "Queremos libertad”, “Desbloquear Xinjiang, desbloquear toda China”, “¡Xi Jinping, retírate!”, “¡Partido Comunista, retírate!”
Las manifestaciones, según testigos escuchados por el WP, fueron dispersadas por la policía, luego de feroces enfrentamientos. Muchos fueron arrestados. Los manifestantes, dispersos alrededor de las cinco de esta mañana, levantaron libros blancos en protesta por la censura impuesta por el régimen.
La chispa que encendió las manifestaciones fue un incendio mortal en Urumqi, la capital de Xinjiang, en el extremo noroeste de China. El jueves pasado, diez personas, incluidos tres niños, murieron después de que los bomberos no pudieran acercarse lo suficiente a un edificio de apartamentos envuelto en llamas debido a las medidas anticovid que habrían dificultado las labores de rescate.
Los funcionarios negaron el viernes que las restricciones del covid tuvieran la culpa y dijeron que "fue difícil salvar a esos civiles", alimentando así la ira de los ciudadanos de la ciudad de Urumqi que, a través de las redes sociales, decidieron ir a la plaza.
Posteriormente, residentes de Shanghai y estudiantes de las universidades de Nanjing y Xi'an se reunieron para una vigilia en honor a las víctimas. Tras la vigilia, comenzaron los enfrentamientos.
El incendio de Urumqi sigue a un accidente de autobús en septiembre pasado que mató a 27 personas cuando eran transportadas a un centro de cuarentena. En abril pasado, un cierre no anunciado en Shanghái dejó a los residentes sin suficiente comida. Un niño de 3 años, por otro lado, murió porque sus padres no pudieron llevarlo al hospital debido a las restricciones.
Las autoridades de salud dicen que la estrategia de detener la transmisión de covid lo antes posible y poner en cuarentena todos los casos positivos es la única forma de prevenir una nueva ola de muertes.
La población de China de 1,4 millones tiene un bajo nivel de inmunidad natural. Aquellos que fueron inmunizados recibieron vacunas de producción nacional que resultaron menos efectivas contra la variante omicron menos letal pero más infecciosa.