Poderosas milicias sin escrúpulos vinculadas a los traficantes de personas parecerían estar en desorden y serían las directoras del caos que reina en Trípoli. Valentino Di Giacomo lo informa en Il Messaggero quien explica, desde hace más de un año los acuerdos entre Italia y el gobierno libio han permitido una reducción drástica de las salidas de migrantes desde los puertos del país norteafricano y, sobre todo, afectaron significativamente las ganancias de esos clanes. que han consolidado conexiones transnacionales.
Un tema que también fue abordado en el encuentro entre el canciller, Moavero Milanesi, durante la visita a Bengasi con el general Haftar. Con el tiempo, los traficantes han creado una economía que hasta el año pasado se había convertido en una de las voces más importantes del producto nacional. Se trata de bandas armadas, con alta disponibilidad económica gracias a los acuerdos de oro que se establecen con las rutas. “Sería ingenuo -explican fuentes del gobierno libio- no considerar que estas organizaciones pueden entrar en juego en el proceso político en marcha y, obviamente, harán todo lo posible para entorpecer el camino que poco a poco ha intentado llevar al país a la estabilización”.
En este aspecto pesa también la ausencia en Trípoli del embajador Perrone, quien desde que Italia abrió su sede diplomática en Libia ha logrado llegar a acuerdos que han permitido el bloqueo de salidas de migrantes. Para evitar que la situación degenerara aún más, el gobierno de Libia se apresuró a pagar los salarios a los hombres de sus guardacostas hace dos días, detenidos en julio. Un movimiento necesario para evitar la corrupción entre los clanes de los traficantes y los marineros libios.
Para apoyar a Serraj, la UE asignó ayer otros 50 millones para ayudas e infraestructura para 24 municipios. Dinero - según explicó la viceministra de Relaciones Exteriores Emanuela Del Re - que será administrado en gran parte por la Agencia de Cooperación Italiana. Explican desde el gobierno libio: "Debemos dar a la población signos de mejora en la vida cotidiana".
El caso es que la estabilización asusta a los clanes que han ganado en ilegalidad y ahora apuntan a sentarse a la mesa de negociaciones, el próximo noviembre en Italia.