Un terremoto de magnitud 7.0 en la escala de Richter azotó la isla de Lombok en Indonesia y fue seguido por un mini-tsunami con una ola de más de 10 metros de altura, matando a más de 30 personas.
El epicentro se ubicó en el mar, a 18 kilómetros al noroeste de Lombok y a 15 kilómetros de profundidad.
Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la agencia indonesia de gestión de desastres, dijo que muchos edificios resultaron dañados en Mataram, la principal ciudad de Lombok, y dijo que "la mayoría eran edificios construidos con materiales débiles". Los testimonios recogidos entre los vecinos dijeron que sintieron un fuerte temblor que empujó a la gente a las calles, cortó la luz y obligó a evacuar a los pacientes del principal hospital de la ciudad.
Muchos hoteles de la isla, populares entre los turistas occidentales por sus playas blancas y sus arrecifes de coral, han sido evacuados. El terremoto también se escuchó en Bali donde, como atestiguan muchas publicaciones en las redes sociales, hubo daños en edificios y centros comerciales.
Hace una semana, otro terremoto 6,4 golpeó la isla, causando la muerte de personas 17 y destruyendo cientos de edificios.
Indonesia, un archipiélago compuesto por miles de islas, se encuentra en el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, que se extiende por unos 40.000 km en forma de herradura alrededor del Océano Pacífico.
El Anillo de Fuego es el hogar de algunas de las fuerzas más poderosas, imponentes y letales que se ven en nuestro planeta. Las violentas energías geológicas que han dado a la región su nombre amenazante explican casi el 90% de los terremotos en el mundo. En la región también encontramos las tres cuartas partes de todos los volcanes del mundo, activos e inactivos, que salpican las costas del Pacífico, serpenteando en los mares occidentales desde Sudamérica hasta Oceanía.