El jefe de la oficina de inteligencia nacional de Alemania advirtió sobre los riesgos de seguridad que plantean las inversiones directas chinas en empresas alemanas de alta tecnología y otras empresas europeas. Desde 2012, Hans-Georg Maassen es director de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, la Seguridad Nacional y la Agencia de Contrainteligencia de Alemania. En declaraciones a los periodistas, Maassen dijo que su agencia notó una correlación inversa entre los ataques de ciberespionaje a Alemania por parte de actores chinos y la adquisición de empresas tecnológicas alemanas por parte de empresas chinas. Los funcionarios de contrainteligencia alemanes estaban desconcertados, dijo, por la drástica reducción de las actividades de ciberespionaje en China en 2016. Pero finalmente se dieron cuenta de que las operaciones de ciberespionaje fueron reemplazadas por "métodos legales", dijo, como las adquisiciones directas de empresas alemanas de alta tecnología por parte de empresas chinas.
El propósito de estas adquisiciones era "obtener acceso a los conocimientos tecnológicos alemanes", añadió Maassen. Continuó diciendo que "el ciberpionaje industrial ya no es necesario si un actor puede simplemente explotar las regulaciones económicas liberales para comprar empresas, y luego proceder a canibalizarlas, para acceder a su know-how". Maassen señaló que Alemania no se opuso a la inversión extranjera y al libre flujo de capital de todos los países, incluida China. Sin embargo, agregó, "algunas inversiones directas en tecnologías específicas pueden comprometer la seguridad interna". Maassen citó varios ejemplos en su presentación, incluida la adquisición de Kuka, una empresa de robótica alemana, por un inversor chino en 2016. Dijo que en los últimos meses, las empresas chinas han intentado comprar participaciones en 50 Hertz, un Red energética alemana, un fabricante de automóviles alemán como Daimler y Cotesa, un contratista aeroespacial alemán.
En respuesta a una pregunta de un periodista sobre la coordinación de políticas entre Alemania y la Unión Europea, Maassen dijo que Alemania, Francia e Italia han presionado a Bruselas para actualizar y modernizar los procedimientos de control contra adquisiciones extranjeras de empresas involucradas. en la producción y venta de "tecnologías sensibles". Señaló que debería establecerse un nuevo mecanismo de control en toda la UE a finales de 2018.