(Para rosangela cesareo, Aidr Gerente de Relaciones Institucionales) Once sesiones en dos años de la comisión de Educación con neuropsiquiatras y pedagogos dieron este resultado: “La exposición a los teléfonos móviles provoca miopía y obesidad. Adicción, depresión, agresión, insomnio".
La consecuencia de esta investigación de averiguación fue la circular ministerial del pasado 19 de diciembre que la ministra Valditara envió a todas las escuelas. Se confirma la prohibición de utilizar el móvil durante las clases, por ser un elemento de distracción.
Ahora la reflexión espontánea, quizás obvia, para mí es: pero además de analizar, prohibir ciertas actividades, ¿no es igualmente fundamental explicarles a nuestros hijos lo importante que es usar el teléfono móvil y todos los dispositivos de manera consciente?
Está bien que los alumnos no se distraigan durante las clases, está bien que respeten el trabajo del profesor, está muy bien. Pero también es correcto que en las escuelas se impartan lecciones curriculares sobre herramientas digitales y afines, se explica el valor y la importancia que tiene hoy en la vida cotidiana y que tendrá mañana en la profesión que cada uno de estos niños elija hacer. El trabajo debe comenzar impartiendo estrategias para el uso consciente de los teléfonos móviles y las herramientas digitales para luego prepararlos para el futuro que no puede prescindir del uso de las tecnologías digitales y en especial del teléfono móvil, que ahora utilizamos para la mayoría de nuestras actividades personales diarias pero sobre todo en el trabajo: investigamos, escribimos y recibimos correos electrónicos, mantenemos relaciones, preparamos textos, practicamos nuestras profesiones.