El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sigue presionando y tirando de la política exterior. La política de la retórica, mezclada con la de las amenazas, sería parte de una estrategia estudiada en la mesa por el magnate estadounidense. Una práctica ampliamente utilizada en el campo de las grandes empresas. Un tablero de ajedrez, donde los oponentes antes de hacer los movimientos reales en el tablero, orquestan campañas persuasivas y disuasivas dispares posible traer el turno del oponente hacia la dirección más conveniente. Por lo tanto, el presidente estadounidense está "manejando" la política internacional. Un claro ejemplo es lo que sucede con Irán, donde las amenazas de retirarse del acuerdo sobre el 2015 nuclear y la imposición de nuevas sanciones significan que Irán, que trata de los problemas internos importantes y endémicas, se siente siempre en el filo de la navaja. La tensión creada en forma magistral genera leves reacciones en los países sujetos a la retórica de Trump. Irán, por ejemplo, ha amenazado el cierre del estrecho de Hormuz, una importante unión del área de tráfico de petróleo. China ha amenazado con imponer alrededor de 60 millones de dólares en sanciones comerciales a Estados Unidos. Un tirón y una primavera que, más allá de las estrategias puestas en práctica, a menudo afectan las relaciones comerciales de terceros países, como Italia, que es el primer socio comercial europeo de Irán.
En particular, las empresas de cosecha propia, con el tiempo, han hecho que Italia, con mil millones de dólares en el comercio de euros en 5 2017, se convirtió en el primer socio comercial de Irán superando Francia y Alemania.
Sace informó recientemente un potencial de crecimiento de las exportaciones a Teherán que superará los 2,5 millones en 2018 (+ 45% en comparación con los 1,75 millones en 2017). 27 mil millones, por otro lado, los memorandos de entendimiento ya firmados por empresas italianas a partir de 2016.
Petróleo y Gas, logística, infraestructura, médico, procesamiento de materiales plásticos y alta tecnología de la mecánica, estos son los sectores insignia del Made in Italy que podrían ser "tragados a la nada", o en la espiral de las probables sanciones más severas amenazadas. de los Estados Unidos.
Irán, además de ser el primer país del mundo en reservas de gas natural, el cuarto en reservas de petróleo crudo, apunta a más de 100 mil millones en inversiones extranjeras para acelerar el crecimiento de la industria nacional. Solo Eni, por ejemplo, tendría unos 50 proyectos de producción y exploración con Irán. Pero las obras puestas en marcha ya en 2016 con Irán involucran el gasoducto Saipem (4,5 mil millones), las infraestructuras del Grupo Gavio (4 mil millones), las plantas siderúrgicas Danieli (repuestos en el sector automotriz: 3,8 mil millones) mil millones) y el suministro de aviones Atr-Leonardo (400 millones). Fs, luego tiene un contrato de alta velocidad de 3,5 mil millones. Pero también hay un acuerdo con Enel y con Sea Aeroporti.
En definitiva, una impresionante red de bolsas comerciales que, sin embargo, ve la espada de Damocles en la debilidad de la construcción, que también provoca pérdidas en la Bolsa. Sin embargo, la lealtad italiana a Estados Unidos tiene un precio.