Francia quiere oponerse a Rusia activa en África Central

Según los informes de los periódicos franceses, con motivo de la reciente visita a Bangui del Ministro de Relaciones Exteriores Jean-Yves Le Drian, Francia, para recuperar el terreno perdido en el centro de África, ha decidido adoptar una nueva estrategia que prevé el envío de armas. Y dinero para contrarrestar la actividad rusa.

De hecho, desde diciembre de 2017, Moscú ha estado suministrando armas y municiones a África Central, beneficiándose de una autorización ad hoc a pesar del embargo actual, además de estar a la vanguardia en la protección del presidente, Faustin-Archange Touade'ra, y en la formación de los Fuerzas Armadas Locales (Faca).

La comunidad internacional también está preocupada por el posicionamiento de las empresas privadas rusas en África Central y el creciente papel diplomático de Moscú en la región que está organizando, para mediados de noviembre en Jartum (Sudán), una nueva ronda de negociaciones entre el gobierno centroafricano y los diversos grupos armados, empañando así la iniciativa de paz lanzada por la Unión Africana, aunque bloqueada, en cambio apoyada por la ONU y Francia.

El activismo político, económico y militar no es muy bienvenido en París, por lo que ha decidido reposicionarse en la todavía inestable antigua colonia. Por ello, durante su visita de 24 horas, Le Drian recordó a sus interlocutores centroafricanos que “siempre he estado ahí, tanto en los momentos oscuros como en los buenos. No todo el mundo puede decir lo mismo ”.

Así, el ministro francés extendió el cheque: 10 millones en ayuda directa, "el equivalente a dos meses de salario para los funcionarios centroafricanos, incluidos los militares", explicó Le Drian. A estos se sumarán otros 14 millones que se destinarán a la construcción de infraestructura, en particular puentes, para refugiados y desplazados que viven en la frontera con Camerún. A las fuerzas armadas centroafricanas, en proceso de reestructuración con el apoyo de la Unión Europea, París entregará 1400 ametralladoras, incautadas hace unos meses por los franceses en el Mar Rojo, frente a Somalia. “Ciertamente no es un método innovador en un país en el que París ha mantenido un goteo durante tanto tiempo. Y ni siquiera una suma que ponga en peligro las finanzas de Francia ”, comenta el diario 'Le Monde'.

Hasta la fecha, el 75% del territorio centroafricano aún no ha regresado bajo el control de las fuerzas de seguridad y el gobierno de Bangui, a pesar de la presencia de un contingente de la ONU de 12 cascos azules; una misión que cuesta 875 millones de euros al año, alrededor del 60% del PIB centroafricano o el doble del presupuesto nacional.

En un contexto aún inestable, la ONU sigue de cerca la presencia rusa en el país africano, con el grupo de vigilancia de sanciones preocupado por "la falta de transparencia de la operación", cuyo plazo vence en papel el próximo mes. Otro contraataque diplomático, en Bangui Le Drian precisó que la operación francesa se está implementando "en el marco respetuoso y transparente establecido por la ONU sobre el origen, transporte y entrega de armas".

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