Francia quiere Libia. Italia no se queda al margen, al contrario ...

Ante el activismo francés en Libia, Italia no se mantiene al margen, todo lo contrario. El gobierno italiano está intentando reabrir una asociación con la ex Jamairyia, para ir más allá del expediente migratorio. No es casualidad que en los últimos dos meses las autoridades italianas hayan estado a menudo en Libia. El ministro del Interior Matteo Salvini, luego el de Asuntos Exteriores Enzo Moavero Milanesi y finalmente la ministra de Defensa Elisabetta Trenta. Doce patrulleras prometieron a las autoridades libias, pero también se habló de una posible reactivación del tratado de amistad y cooperación italo-libio, firmado por Gaddafi y Berlusconi en 2008.

Aunque no se pueda reactivar plenamente por cuestiones técnico-legales, todavía constituiría la apertura de Libia para una colaboración económica concreta pero sobre todo para consolidar las relaciones bilaterales. Sobre todo en el oeste del país, donde Francia aún no ha impuesto su influencia. Cabe recordar que hacia el este los transalpinos ya han apostado por la confianza y colaboración con el general Haftar.

Macron los ha probado todos. En la cumbre, sorprendentemente, en París había reunido a todas las partes involucradas anunciando las próximas elecciones libias en diciembre de 2018. Elecciones inmediatamente negadas por el enviado de Naciones Unidas a Libia, Ghassan Salamè, "no hay condiciones", respondió. una nota.

Macron decidió entonces jugar la carta de Putin y el 25 de julio se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, en una reunión en el Elíseo para discutir la situación en Siria, pero también en Libia, ya que ambos países apoyan al general Haftar en el zona este de Libia. No satisfecho, Macron decidió enviar al canciller, Le Drian, a Trípoli para reunirse con Serraj y algunos líderes de importantes milicias locales, para reafirmar la ayuda francesa para estabilizar el país.

Italia no se ha mantenido al margen y durante algún tiempo ha tenido relaciones con tribus influyentes en la parte occidental de Libia. La confianza que Italia ha ganado en la zona podría ser determinante para figurar como próximo interlocutor en mesas internacionales para mediar en un acuerdo con las facciones orientales, apoyado por Francia y Rusia. Moscú también agradecería la posición de Italia.

 

Francia quiere Libia. Italia no se queda al margen, al contrario ...

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