La guerra en Ucrania está cambiando la historia y retirando las armas tradicionales

(por Andrea Pinto) Ayer, antes de volar a Corea, el presidente Biden se reunió con el presidente finlandés sauli niinisto y el primer ministro sueco magdalena andersson, luego de lo cual inició los trabajos del Congreso para la ratificación de la solicitud de Finlandia e Suecia para entrar en la OTAN.

El único nudo a resolver para lograr la entrada de los dos países escandinavos en la OTAN es la posición contraria expresada por el Turquía. Estados Unidos, en este sentido, confía en un ablandamiento de Erdogan, dado que las condiciones incluyen a los F-35 (la participación de los aviones turcos de quinta generación había sido bloqueada por Estados Unidos debido a la adquisición de Ankara de la rusa S. -400 sistemas de defensa antimisiles) y la condena y extradición desde países escandinavos de una treintena de miembros del grupo PKK, considerado organización terrorista por Ankara. Dos puntos firmes de Turquía en los que no es difícil ponerse de acuerdo.

Entre las noticias de ayer, se encuentra la llamada telefónica entre los jefes de las fuerzas armadas de Rusia y Estados Unidos. Milley y Gerasimov, informa el portavoz del Pentágono, han hablado en general sobre problemas globales, con la esperanza de que este primer acercamiento lleve pronto al lanzamiento de conversaciones diplomáticas más creíbles. La agencia rusa Tass, por otro lado, informó que los dos también hablaron sobre Ucrania. Rusia estaría lista para retomar las negociaciones también tras la consolidación de la victoria en la ciudad de Marioupol, con la rendición de más de 1700 soldados y paramilitares de la Brigada Azov. Ahora que el debacle de la campaña en Ucrania ha sido mitigada por las recientes conquistas sobre el terreno, será más fácil para el Kremlin hacer digerir al pueblo ruso las decenas de miles de muertos en la guerra.

Lo que es seguro es que esta guerra ha vuelto a cambiar las cartas en la política internacional, volviendo a enyesar cuestiones como la neutralidad de Finlandia y Suecia, y trayendo sangre nueva a la industria bélica para desarrollar sistemas de armas innovadores que muy probablemente retirarán las armas. usado hasta ahora.

Las armas del futuro

El conflicto en Ucrania ha puesto de manifiesto el uso de armas innovadoras sobre las que muchos países aún están realizando estudios e investigaciones. Con el primer uso de los misiles hipersónicos Khinzal por parte de los rusos, decenas de años y las aplicaciones posteriores en el campo de la defensa antimisiles se han hecho añicos. Las armas con tecnología láser se han utilizado cada vez más en escenarios de guerra.

Como escribe Di Feo en Repubblica, estas nuevas armas de haz de luz podrían borrar cinco siglos de pólvora y balas. La fuerza destructiva ya no se medirá en calibres, como ocurre hoy con la artillería, sino en kilovatios.

Varios países ya han desarrollado dicha tecnología en algunos ejemplos antes de lanzar una construcción significativa. Israel ya va adelante con el escudo de Cúpula de hierro, 'SMarina de los EE.UU. derribó un misil de crucero, yo turco lo instalaron en drones y los chinos venden un rifle láser.

Estamos hablando de armas letales, silenciosas, invisibles, de rayos muy rápidos, con un alcance enorme y que algunos afirman que son mucho más baratas que las armas tradicionales. Los rayos láser pueden tener diferentes aplicaciones, como cegar a los pilotos de aviones o cegar a un dron controlado a distancia, haciéndolo así inofensivo. La letalidad de esta nueva arma depende de la concentración de energía que posea, la cual es proporcional a su capacidad destructiva.

Dependiendo de su poder, esta arma puede detonar tanques o abrir fugas en barcos. En un futuro no muy lejano podríamos llegar a disparar impulsos de carbonización en los humanos.

Los rusos están orgullosos de su arma láser más icónica, lo zadira, capaz de incinerar un dron a cinco kilómetros de distancia. Es la versión avanzada del "Peresvet“, Probado durante mucho tiempo en Siria, para mantener alejados a los drones de ISIS.

Los Americano en cambio, pusieron un láser en Stryker ocho ruedas motrices, el vehículo blindado más popular, que tendrá una autonomía de 50 kilovatios capaz de destruir drones, cohetes y morteros. Y se trabaja en un cañón de 300 kilovatios para colocarlo en aviones, reemplazando bombas y misiles. El cielo es, de hecho, la dimensión perfecta, pero aún mejor en el espacio.

Pekín en este sector ha alcanzado una madurez tecnológica de primer nivel: habría construido un minúsculo sistema de 5 megavatios capaz de oscurecer los satélites espía, la red GPS y las comunicaciones globales en el espacio.

La guerra en Ucrania está cambiando la historia y retirando las armas tradicionales