El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya anunció antes de la cumbre que quiere salir del acuerdo climático de París, y expresa una posición que es en gran parte incompatible con la apertura de sus interlocutores al libre comercio globalizado. Con su lema "América primero" ha iniciado una renegociación de los acuerdos ya firmados por EEUU y no ha descartado el uso de medidas proteccionistas. Washington pide una acción más firme y sanciones más duras contra Corea del Norte, especialmente de China. Lo más probable es que rechace la mediación ofrecida por Rusia, que propone una reducción de la presencia militar estadounidense en Corea del Sur a cambio de la renuncia de Pyongyang a su programa nuclear. Con el presidente ruso Vladimir Putin, con quien se reunirá hoy, al margen de la cumbre, es casi seguro que Trump discutirá las intrusiones atribuidas a Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses del año pasado. Sin embargo, en cuanto a Siria, los dos países parecen inclinados a entablar un diálogo y una cooperación más estrecha para evitar un agravamiento de la crisis. Alemania reiteró su intención de corregir primero la posición de la administración presidencial estadounidense sobre el comercio mundial. “Queremos explicarle que“ América primero ”no significa“ solo ”América. Y no somos apéndices de las políticas de otros ”, dijo el canciller alemán Sigmar Gabriel (SPD), quien en los últimos meses ha hecho declaraciones belicosas a Trump por decir lo menos. Presidente ruso Putin ha expresado hasta ahora sólo unos pocos objetivos claros antes de la cumbre. En un artículo publicado en el diario “Handelsblatt” afirmó que compartía las prioridades de la presidencia alemana tanto en términos comerciales como climáticos, y señaló con el dedo en contra de las sanciones, que considera una herramienta proteccionista disfrazada. El asesor del Kremlin, Juri Uschakow, describió la reunión como "crucial para la estabilidad y la seguridad internacional". La canciller alemana, Angela Merkel, como invitada, tendrá un papel especial. En Hamburgo se necesitaría un esfuerzo conjunto en la protección del clima. Otro tema importante será el de la asistencia y el desarrollo de los países africanos. La digitalización e Internet para todos en 2025 será el tema central de las intervenciones del Secretario, además de la protección de los niños explotados en el mercado laboral. Las posibilidades de que el Canciller obtenga resultados concretos sobre el clima, África y el libre comercio son mínimas, según algunos comentaristas. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quiere que Estados Unidos entregue a su enemigo jurado, el predicador Fethullah Gulen, exiliado en Pensilvania, a quien culpa del fallido golpe del año pasado. Luego está la cuestión kurda: Estados Unidos entrega armas a la milicia YPG para apoyar la lucha contra el Estado Islámico en el norte de Siria, pero las milicias son consideradas en todos los aspectos una organización terrorista por Turquía, como el Partido Kurdo. de trabajadores (PKK). El encuentro entre Erdogan y la canciller Merkel sin duda será tenso, tanto por la detención del periodista Deniz Yuecel por parte de Turquía como por los temas relacionados con el espionaje de los servicios turcos en Alemania. Erdogan, sin embargo, recuerda a la prensa alemana, siempre puede desafiar el pacto sobre refugiados con la UE. El presidente chino, Xi Jinping, enfrentará barreras comerciales proteccionistas y la cuestión de los derechos humanos violados por el gobierno de Beijing. Un argumento a favor de potencial conflicto en Hamburgo podría ser entonces la disputa sobre Corea del Norte, con la que Pekín ha intensificado aún más el comercio. El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, pondrá principalmente sobre la mesa la emergencia migratoria. En Hamburgo, seguramente querrá plantear la cuestión como un desastre humanitario global, ya que ya recibió comentarios negativos durante la reunión celebrada el jueves en Tallin entre los ministros del interior de la UE. Sin embargo, Hamburgo también traerá una serie de problemas que afligirán a la Península: la alta tasa de desempleo, el lento crecimiento económico y el reciente rescate de algunos bancos por parte del estado. Es poco probable que se puedan esperar resultados concretos con respecto a los migrantes, sin embargo, intentará posicionarse junto a Merkel y Macron como el tercer socio importante en el G20.
