por Andrea Pinto
Rusia ha lanzado un ataque masivo en Ucrania, disparando 120 misiles, 36 drones clase Shahed, dispositivos anónimos y poniendo en vuelo al menos 20 bombarderos estratégicos. Los objetivos incluían edificios civiles y lugares estratégicos: hubo numerosas víctimas y daños. La respuesta ucraniana fue inmediata: 70 drones penetraron el espacio aéreo ruso, impactando las ciudades de Bryansk, Belgorod, Tula, Tver e incluso la región alrededor de la capital, Moscú.
Las autoridades rusas emitieron el boletín: 21 muertos, entre ellos dos niños y daños importantes a los edificios. El Kremlin respondió afirmando que "esto no quedará impune". Los rusos acusan a Europa, Estados Unidos y Gran Bretaña de alentar los ataques de Kiev.
El ejército ucraniano envió de forma remota un pequeño barco lleno de explosivos al sector noroeste de Crimea. Podría tratarse de una nueva y avanzada versión del Mamai, el mortífero barco kamikaze utilizado varias veces en el Mar Negro. En respuesta, la Armada rusa desplazó tres unidades con capacidad misilística. Actualmente, Rusia persigue de manera metódica objetivos tácticos y estratégicos, respondiendo al hundimiento de un buque de asalto anfibio en el puerto de Crimea. Las fuerzas rusas están probando las defensas enemigas, identificando puntos de ataque.
Rusia es muy activa en todos los ámbitos, terrestre, aéreo, acuático y cibernético, a través de medios sofisticados pero también mediante el uso de armas obsoletas y baratas. Los ucranianos, por el contrario, presentan algunas dificultades porque empiezan a quedarse sin municiones y, sobre todo, sin soldados para enviar a los distintos frentes repartidos por un territorio tan vasto como el de Ucrania. Las defensas aéreas de Kiev, en las últimas horas, no lograron interceptar todos los misiles rusos, lo que pone de relieve el límite de la contraofensiva frente a una fuerza militar, la rusa, aparentemente inagotable.
La ayuda occidental prometida tarda en llegar debido a la resistencia interna de varios gobiernos y la falta de hombres para enviar al frente; esto podría llegar a ser el verdadero talón de Aquiles de Ucrania, que nunca jamás podrá vencer a una superpotencia militar que continúa su perpetua campaña militar en Ucrania, logrando mantener a raya otras zonas calientes de la tierra, tejiendo alianzas militares. y acuerdos económico-comerciales bilaterales con el eje asiático, liderados por la China de Xi.
Los suministros británicos y franceses de Storm Shadow/Scalp han mejorado la capacidad de ataque de Ucrania, permitiendo ataques repetidos contra la Flota del Mar Negro de Moscú, pero se necesita una mayor disponibilidad de recursos para intensificar las misiones. Los expertos habían predicho el uso de ataques con misiles junto con ataques con drones, destacando el almacenamiento y la producción constante.
Un análisis más detallado sugiere que están llegando nuevos envíos de munición pesada desde Corea del Norte, lo que proporciona una ventaja continua a las fuerzas rusas y limita la capacidad de respuesta de las unidades ucranianas. Algunos observadores añaden una nota "política", subrayando que Vladimir Putin podría intensificar la acción militar para consolidar una posición de fuerza en la primavera, especialmente si el apoyo de los aliados disminuyera.
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