Suiza ha vetado los planes para exportar casi 100 tanques Leopard fuera de servicio a Ucrania, citando las leyes de neutralidad del país. El veto podría provocar el resentimiento de los aliados europeos, que durante meses han estado presionando a Berna para que alivie su política restrictiva de exportación militar.
Los tanques nunca han estado en servicio en Suiza, nunca han sido asignados al ejército suizo y no tienen su base en el país. Los 96 tanques en cuestión están ubicados en Italia, habiendo sido comprados en 2016 por el fabricante de armas suizo Ruag en su sede italiana.
"El Consejo Federal Suizo ha llegado a la conclusión de que la venta de los 96 tanques no es posible según la ley suiza. En particular, tal venta sería contraria a la Ley de Material de Guerra y daría lugar a una desviación de la política de neutralidad de Suiza".
La decisión es consistente con las decisiones anteriores de Berna, pero aún representa un problema importante porque afectaría significativamente el potencial militar de Ucrania.
En marzo pasado, el embajador de Estados Unidos en Suiza, Scott Miller, advirtió que el país enfrentaba su crisis geopolítica más grave desde la Segunda Guerra Mundial debido a su postura estricta sobre la ayuda militar a Ucrania.
En cambio, el embajador francés declaró que la posición de Suiza es un problema evidente para Europa. Alemania también ha criticado duramente la posición suiza. En octubre pasado, Suiza se negó a que Alemania donara proyectiles antiaéreos anticuados de fabricación suiza almacenados en almacenes militares alemanes a Ucrania, citando una cláusula que requería la autorización de Berna para su uso posterior.
El veto suizo pone de relieve una vez más lo absurdo de su política sobre exportaciones de armas, incluso cuando se trata de realidades particulares. Los 96 tanques nunca han tocado suelo suizo y Ruag tiene la intención de venderlos a terceros países, solo después de haberlos reacondicionado. Este año, la empresa solicitó una licencia para exportarlos de Rheinmetall de Alemania, con el entendimiento de que los vendería, con el respaldo del gobierno alemán, a Ucrania.
Las encuestas de opinión en Suiza muestran que la mayoría de los votantes están a favor de flexibilizar la política nacional para fomentar la donación de armas fabricadas en Suiza a Kiev. Ambas cámaras del parlamento suizo han comenzado a explorar formas de eludir las leyes existentes. Incluso el ministro de defensa centrista, Viola Amherd, se ha pronunciado a favor de un cambio, pero la mayoría de los colegas del Consejo Federal no están del mismo lado.
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