Tras la identificación de la variante Covid-19 en Gran Bretaña, la mayoría de los países europeos cerraron sus fronteras, provocando muchos inconvenientes a Inglaterra, que pidió a Europa no quedar aislada. La Comisión Europea intervino pidiendo a los estados miembros que eliminen los bloqueos que impiden el movimiento de mercancías con Reino Unido a pesar de que persisten los temores sobre la nueva variante del coronavirus. Las prohibiciones de los últimos días han detenido a miles de camiones que entran y salen de Gran Bretaña. La recomendación establece que "los viajes esenciales deben reanudarse".
El gobierno francés procedió así con una reapertura condicional. Jean-Baptiste Djebbari, ministro francés de Transporte, anunció hoy la reanudación de las conexiones aéreas, marítimas y ferroviarias, pero limitando la entrada a Francia solo a ciudadanos franceses, residentes en Francia, conductores de camiones y "aquellos que tengan una razón legítima" para ir al campo, pero solo después de haber exhibido un certificado que acredite negatividad al covid.
En Italia, mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha definido el plan para el regreso de los italianos de Gran Bretaña. Los ciudadanos que residen en Italia o aquellos que se encuentran en condiciones críticas y urgentes pueden regresar. Quienes ingresen al país deberán someterse a un hisopado antes y después de la salida y tendrán la obligación de 14 días de cuarentena en Italia.
Mientras tanto, ha comenzado el desafío entre los principales fabricantes de medicamentos, incluidos Biontech y Moderna, que se están organizando para probar sus vacunas en muy poco tiempo con la nueva variante.
Según lo declarado al Messaggero por el especialista en enfermedades infecciosas Gemini Roberto Cauda, "El virus mutado es rápido porque ataca a los niños".
Mientras tanto, en las últimas horas ha llegado la luz verde de la agencia farmacéutica italiana que ha dado el visto bueno a la comercialización de la vacuna Pfizer. Todo listo entonces para Día V que comenzará el domingo 27 de diciembre en toda Europa. En Italia, los soldados del Ejército distribuirán las primeras dosis en el hospital Spallanzani de Roma.