La inundación de los túneles de Hamás y el suicidio político de Netanyahu

Massimiliano D'Elia

El agua de mar está a punto de sumergir parcialmente el metafórico metro de Gaza, la red de túneles de 500 kilómetros bajo Sriscia. Un laberinto subterráneo utilizado por Hamás para ataques sorpresa que se ha convertido en un problema para el ejército israelí que, tras dos meses de feroces combates, sigue sin poder poner fin a la Operación Plomo Fundido.

Inicialmente, los soldados de las FDI (fuerzas de defensa israelíes) utilizó tecnologías avanzadas como drones, robots y sensores para localizar los puntos de entrada y salida de los túneles, así como miembros del ala militar de Hamás. Alrededor de 300 túneles han sido destruidos desde el inicio de la guerra, pero cientos más siguen activos, provocando bajas diarias entre las filas de los soldados israelíes.

Aún no se ha encontrado una solución ideal y definitiva contra esta persistente amenaza. El ejército israelí optó recientemente por inundar los túneles tras realizar diversas pruebas para evaluar su eficacia. Así, instaló cinco estaciones de bombeo en una playa cercana al campo de refugiados de Al Shati, en el norte de la Franja de Gaza.

La misma solución fue adoptada en 2015 por Egipto cuando se inundaron los túneles que conectan con la Franja de Gaza.

La operación, sin embargo, pone en peligro a los rehenes, hábilmente retenidos por Hamás en diferentes lugares justo debajo de la red de túneles que Israel quiere inundar. El ejército dice que se tomarán todas las precauciones para determinar la ubicación de los rehenes antes del inicio de las operaciones. Además del riesgo para los rehenes, hay otro que se refiere a la amenaza a los recursos hídricos y cultivos palestinos debido al agua salada que impregnaría todo el subsuelo de Gaza.

En resumen, el ejército israelí adopta una estrategia simple pero con implicaciones significativas para abordar la amenaza de los túneles subterráneos, con relevantes consecuencias humanitarias y ambientales para toda la región.

Tres rehenes asesinados accidentalmente

Las fuerzas militares israelíes mataron accidentalmente a tres rehenes israelíes, confundidos erróneamente con militantes, durante los combates en Shujaiyeh, Gaza. El incidente provocó protestas, lo que llevó al gobierno a intensificar sus esfuerzos para liberar a los rehenes restantes. Los civiles asesinados fueron Yotam Haim, Samer Talalka y Alon Shamriz, secuestrados el 7 de octubre. Las FDI dijeron que los tres rehenes probablemente habían escapado o habían sido abandonados por sus captores. Se trata del primer incidente de este tipo desde la guerra y se produjo en un contexto de combates urbanos muy intensos. Desde el inicio de la ofensiva, aproximadamente veinte de las bajas militares israelíes han sido causadas por accidentes, en su mayoría por fuego amigo.

El primer ministro Netanyahu expresó sus condolencias, mientras que la administración Biden pidió reducir la operación militar en Gaza. Las familias de los rehenes protestaron en las principales calles de Tel Aviv exigiendo urgentemente su liberación. La situación humanitaria en Gaza es alarmante, con más de 18.700 palestinos muertos, principalmente mujeres y niños, mientras los riesgos para la salud crecen en medio de la escasez de ayuda humanitaria.

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