La Corte Suprema, dio el visto bueno a los fiscales de Génova para confiscar los fondos a la Liga, "donde quiera que estén" hasta el 'umbral' de 48 millones 969 mil euros, suma que para la corte de Liguria se acumularon gracias a una estafa contra el Estado sobre los reembolsos a los partidos por contribuciones electorales y por los cuales 24 de septiembre 2017 había condenado a Umberto Bossi, al tesorero Francesco Belsito y a otros tres acusados. Ahora debe expresarse la revisión, que tendrá que emitir una nueva disposición teniendo en cuenta las indicaciones vinculantes del Tribunal Supremo.
Al respecto, Matteo Salvini dijo de inmediato que esas cifras ya no existen porque se gastaron en los últimos 10. Salvini ha aumentado la dosis diciendo que la solicitud es el resultado de "un proceso político" y es el resultado de "una sentencia política: tratar de sacarnos de la ley".
A Salvini se hace eco de todo el Carroccio que define la sentencia de la Corte Suprema "Un ataque a la democracia". Declaraciones que el CSM no ha digerido. Así que el presidente de la asociación de magistrados, Francesco Minisci, respondió a las fuertes acusaciones: "se debe reiterar fuertemente que los magistrados no toman medidas que constituyen un ataque a la democracia o la Constitución, ni persiguen fines políticos, sino que emiten sentencias en nombre del pueblo italiano, siguiendo reglas y principios de derecho que explican en sus motivaciones".
La Liga, a través de las palabras de su líder, se ha mantenido firme en la línea: "solo en Turquía, en los tiempos modernos, un partido democrático votado por millones de personas ha sido ilegalizado a través del poder judicial". El secretario de la Liga, han filtrado algunas fuentes, pretende contactar directamente con el presidente de la República, Sergio Mattarella, para pedirle que se reúnan a su regreso del viaje a los países bálticos. El motivo es sencillo, explican los de la Liga: el fallo es una forma de poner "fuera de combate al primer partido italiano" y es precisamente sobre este tema que el jefe de Estado quiere sensibilizar. Desde el Quirinal, por el momento, no se filtran comentarios sobre la solicitud de Carroccio. Fuentes parlamentarias señalan que el jefe de Estado nunca intervino en las decisiones de los jueces.
Para el Partido Demócrata, la solicitud de la Liga es un acto "de una gravedad sin precedentes", dado que el Presidente de la República "no es sólo un organismo neutral sino también el presidente del Consejo Superior de la Judicatura". El vicepresidente de la Comisión de Justicia de la Cámara Franco Vazio, por su parte, dijo que cuestionar al presidente Mattarella representa una doble y gravísima falta de respeto institucional.
En este punto, todo lo que queda es esperar el regreso del presidente Mattarella y ver si la Liga buscará la reunión.