Después de un largo maratón, el parlamento israelí, al final de un debate, finalmente aprobó la polémica ley sobre casos de corrupción.
La disposición, aprobada con 59 votos a favor y 54 en contra, limita efectivamente los poderes de la policía israelí en casos de presunta corrupción. El proyecto de ley, fuertemente deseado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, establece que la policía ya no tiene el poder de recomendar el enjuiciamiento de los sospechosos en la fiscalía general.
Netanyahu aceptó que se modificó el texto inicial para excluir su aplicación a los casos que involucran al propio primer ministro, quien fue interrogado siete veces por la policía. Los escándalos de corrupción que involucran a Netanyahu llevaron a miles de manifestantes a las calles durante varios sábados consecutivos.
El primer ministro siempre ha declarado su inocencia y acusó a la policía de "tomar posición" en su contra y de haber pedido su acusación "independientemente" desde el inicio de las investigaciones. Netanyahu también dijo que no renunciará si es acusado.