Libia, Italia no se rinde. El ministro del Interior, Ali Bashagha, ayer en Roma

En un twitter, el representante de la ONU Salamé escribió que en la reunión de Abu Dhabi entre Haftar y Sarraj se llegaría a un acuerdo sobre las elecciones. El objetivo es "preservar la unidad del país y poner fin a la fase de transición". Aparentemente habría un proyecto de estabilización que implica la reconfiguración del Consejo Presidencial y el establecimiento de un Consejo de Seguridad colegiado de las Fuerzas Armadas. Un acuerdo que, sin embargo, debe ser aceptado por todas las partes involucradas. Esta es la parte más difícil de todo el proceso de pacificación.

Del lado italiano, después de las fervientes actividades francesas en apoyo de Haftar en Fezzan, algo se movería. Ayer, el ministro del Interior, Matteo Salvini, se reunió con su homólogo Fathi en Roma. Ali Bashagha. Y ante él lo vieron la ministra de Defensa, Elisabetta Trenta, y la viceministra de Relaciones Exteriores, Emanuela Del Re. “No puede haber forzamiento ni injerencia extranjera en la fecha de las próximas elecciones en Libia - comentó la líder de la Liga - Nosotros, en cualquier caso, hemos asegurado el compromiso de fortalecer todas las formas de colaboración ». De hecho, se ha anunciado que el plan de Trípoli seguirá adelante, es decir, dos cursos de formación de un total de seis previstos; reparación y devolución de tres lanchas patrulleras de 14 metros. Luego, el inicio de la licitación europea para el suministro de veinte botes de goma a las autoridades libias. Italia está lista para suministrar diez autobuses, catorce ambulancias y treinta SUV. El programa también incluye la provisión de herramientas para la lucha contra los traficantes de personas (es decir, dispositivos de escuchas telefónicas y más), como la creación de una sala de operaciones y una red de radio para las comunicaciones de las fuerzas de orden.

En el frente de inteligencia, el informe semestral sobre el estado de seguridad de la Servicios italianos destaca que el poder excesivo de las milicias, la competencia por los recursos petroleros y por el control de las instituciones financieras centrales, la competencia por los ingresos del tráfico ilícito, lo que aleja la posibilidad de una verdadera estabilización.

 

Libia, Italia no se rinde. El ministro del Interior, Ali Bashagha, ayer en Roma

| EVIDENCIA 2, MUNDO |