El número provisional de víctimas del doble ataque de anoche cerca de la mezquita de Bia al Radwan, en el distrito de Salmani de Bengasi, se ha elevado a 35 muertos y 61 heridos. Muhammad al Mayar, un testigo presencial, dijo a la “Agencia Nova”, confirmando que los equipos de la Media Luna Roja están trabajando junto con las fuerzas de seguridad para recuperar otros cuerpos. Esta mañana, el hospital Al Jala en Bengasi reveló que había recibido 71 muertos y heridos en la instalación.
Hasta el momento no se han revelado las cifras exactas de las víctimas de los ataques. El doble ataque de ayer es uno de los más sangrientos en Libia después de la revolución que depuso al coronel Muammar Gaddafi en 2011. La misión de Naciones Unidas en el país norteafricano condenó en Twitter las "horribles" explosiones que provocaron "muchas víctimas" en Bengasi. "Los ataques directos o indiscriminados contra civiles están prohibidos por el derecho internacional humanitario y constituyen un crimen de guerra", afirma la misión de la ONU.
Entre otros, el líder de una milicia salafista, conocida como la de Madkhali, que está encabezada por el general Khalifa Haftar, perdió la vida en el ataque. Este es Ahmed al Fituri, un conocido jefe pro salafista de Haftar presente en Bengasi y también jefe de un equipo de investigación de la operación "Karama" (Dignidad).
Se cree que es la figura más importante entre los afectados por la doble explosión. El más importante de todos es al Mahdi al Falah, el subjefe de inteligencia de Haftar, que resultó herido en la primera explosión, mientras que el líder salafista parece haber sido alcanzado en la siguiente unos 20 minutos después. El mando del autoproclamado Ejército Nacional Libio (ENL) de Haftar de Cirenaica ha desmentido lo informado esta mañana por algunos medios libios, que hablaban de su muerte en el atentado. Otro destacado exponente de la seguridad local muerto en el ataque es Ahmed al Oraibi, jefe de la unidad de investigación y arrestos, golpeado por la segunda explosión.