(por Marina Longo, Secretaría del Departamento de Comunicación y Relaciones Externas de Formez y Aidr Partner) Covid ha cambiado totalmente nuestra vida no solo la cotidiana, sino también la que nos hace entrar en el mundo laboral.
Desde que comenzó el encierro, cada oficina, tanto pública como privada, ha creado el famoso “trabajo ágil” para poder seguir trabajando desde casa sin problemas para la salud de sus empleados.
Al principio los empleados estaban un poco perplejos, pero al final se acostumbraron a este tipo de trabajo, de hecho es cada vez más solicitado especialmente por las mujeres; ya que facilita la conciliación del trabajo y la familia, aportando también efectos positivos sobre el tráfico y la contaminación.
Para hacer posible el Smart Working, existen tecnologías digitales que le permiten elegir dónde y cuándo trabajar. A pesar de todas las criticidades del caso, la emergencia del Coronavirus ha llevado a elevar la curva de aprendizaje digital de los empleados y a ganar importantes resistencias al cambio.
Muchas personas han aprendido a utilizar herramientas de colaboración innovadoras, han interactuado y coordinado de manera eficiente como equipo y han mantenido relaciones informales positivas. Mediante videollamadas o streaming de vídeo compartido, cualquier persona conectada puede acceder al sistema en modo virtual e intervenir en telepresencia. Las personas pueden interactuar entre sí en tiempo real, compartir contenido textual e imágenes e intercambiar opiniones.
En el trabajo inteligente, por lo tanto, es muy importante saber cómo utilizar las tecnologías y aplicaciones para comunicar que son:
- Videollamadas: permiten mantener el contacto físico, aunque sea virtual, y son fundamentales para colaborar y gestionar proyectos de la mejor forma posible.
- trabajar en archivos compartidos: para compartir ideas y contribuciones sin la necesidad de intercambiar documentos para modificar.
- Garantizar certeza en las comunicaciones: intercambiar información siempre validada, también gracias a los canales institucionales (por ejemplo, las aplicaciones).
Además de las oficinas, los italianos están viviendo un gran proceso de transformación e innovación de los servicios que la administración pública ofrece tanto a los ciudadanos como a las empresas mediante el uso de tecnologías digitales.
Ahora todos ya no podemos prescindir de esta tecnología, incluso personas "que ya no son muy jóvenes" han tenido que adaptarse a estas nuevas formas de comunicación mediante videollamadas para poder ver a sus hijos, a sus nietos y a ellos triunfar muy bien como para no querer volver nunca.