Lucha contra Isis, ¿dónde está la OTAN?

Según el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, esta debería ser la novedad que da la reunión de los representantes de los 28 países de la OTAN, un centro de coordinación para combatir al EI. El propósito de la nueva unidad, que trabajará en la sede en Bélgica, es mejorar el intercambio de información sobre terrorismo, con especial atención a la delicada cuestión de los combatientes extranjeros que regresan a Europa desde el frente del "califato" en Siria y en Irak para llevar a cabo acciones terroristas, una mejora que se esperaba desde hace tiempo y que se convierte en una prioridad indispensable frente a las masacres de inocentes en los países occidentales. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que asistió ayer a una cumbre de la OTAN por primera vez, había pedido algo más sustancial el miércoles: una intervención militar directa de la Alianza Atlántica en el esfuerzo continuo por derrotar al "Estado Islámico". Y ya el lunes la primera ministra británica Theresa May, tras el atentado de Manchester, había hecho la misma petición, que repitió ayer en Bruselas. Stoltenberg respondió con el clásico 'ni': la OTAN se adherirá a la coalición anti-Isis, pero eso no significa que vaya a participar como tales en las operaciones militares en el terreno. Habrá, sin embargo, además de compartir información, un aumento de los vuelos de vigilancia AWACS y el suministro de aviones de reabastecimiento en vuelo. Antes del inicio de la cumbre, el secretario general estuvo de acuerdo con la solicitud estadounidense, pero señaló que los Veintiocho carecen de la unanimidad de participación de la OTAN en las acciones de combate contra los terroristas islámicos: las perplejidades habrían sido expresadas en particular por dos socios con un fuerte peso específico, Francia y Alemania. Según informes de prensa, el presidente estadounidense Donald Trump en Roma el miércoles habría instado al primer ministro italiano Paolo Gentiloni para mediar con París y Berlín. En su discurso de Bruselas, Trump insistió en la necesidad de "ser duros, fuertes y vigilantes" en el tema de la inmigración, "esas miles de personas que acuden a nosotros y no sabemos quiénes son". Llamó a la "caza y nunca que se ajuste más a los extremistas de nuestros países. Luego volvió a su caballo de batalla, el de la justa contribución de todos los miembros a los gastos de la OTAN. Desde los días de su campaña por la Casa Blanca, se prometió a sus seguidores que lo haría sin la demanda de los aliados europeos respecto al pago de los costos legales de la participación mínima del porcentaje 2 del producto nacional bruto.

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