Matteo Salvini y la "tormenta perfecta"

El ministro del Interior y viceprimer ministro Matteo Salvini estuvo en la cena de Silvio Berlusconi en Arcore. Una cena sin fin, según él, solo para ir a ver al presidente Berlusconi. La realidad es diferente, ya que se escuchan pequeños crujidos en el gobierno. El objetivo del líder de la Liga Norte es el nombramiento de Foa a Rai y las alianzas políticas en la zona, de cara a las próximas rondas electorales.

Naturalmente Matteo Salvini es consciente de que no podemos volver del todo con la antigua alianza porque perdería su imagen de “Capitán sin peros”, lo vería como un traidor y correría el riesgo de ser castigado en las urnas. La idea de una nueva coalición no es una prioridad y después de las europeas y especialmente después de los resultados, podemos pensar en una posible nueva coalición.  

En el centro-derecha, hay dos factores clave a considerar. Meloni tendrá que decidir cómo afrontar la barrera del 4% y Berlusconi deberá resignarse a dejar de correr para no quedar sepultado definitivamente por el apoyo de la Liga.

Con el gobierno destinado a durar, los azzurri se encuentran en una condición de extrema debilidad, porque no pueden subir el tono como lo haría una oposición real. No pueden tomar partido abiertamente contra la Liga. ¿El resultado? Una hemorragia de votos perdidos.

Así que Matteo Salvini con la política de doble horno logra roer votos para el Movimiento Estrellas 5, recuperándose entre los abstencionistas y los bombardeos, día a día, los votos también en el centro-derecha. Él habría creado la tormenta perfecta.

Matteo Salvini y la "tormenta perfecta"

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