Milán. Sindicato criminal dedicado a la pornografía infantil

Gracias a una compleja y detallada actuación de policía judicial que duró casi un año y concluyó a finales de septiembre con la aplicación de la prisión preventiva a dos jóvenes, uno italiano y otro de origen ecuatoriano, residentes respectivamente en la provincia de Cremona y Monza Brianza – los investigadores de la Policía Postal de Milán (Centro de Operaciones de Seguridad Cibernética) y de la Sección de Operaciones de la Compañía de Carabinieri de San Donato Milanese han logrado desmantelar un verdadero sistema criminal destinado a la solicitación de menores, dirigido tanto a la producción de material de pornografía infantil y obligar (o convencer) a menores a realizar actos sexuales con dos adultos.

La investigación, coordinada por la Fiscalía de Milán, partió de la denuncia presentada en la comisaría de Peschiera Borromeo Carabinieri por una pareja de padres preocupados por los cambios repentinos en los hábitos y comportamientos de su hijo adolescente. Los militares, presintiendo que el niño podría ser víctima de solicitación por Internet, lo denunciaron inmediatamente a la Autoridad Judicial de Milán.

A pesar de las medidas técnicas adoptadas por los abogados para ocultarse en la red, las investigaciones, realizadas en sinergia entre el COSC de la Policía Postal de Milán y los soldados de los Carabinieri con la ayuda de los mejores recursos y capacidades de investigación de ambas estructuras, inicialmente permitió detener al ecuatoriano RLLF, de veintisiete años, jinete y animador en un oratorio de Monza (persona ya cargada por prejuicios policiales por delitos de la misma naturaleza) y, posteriormente, al de treinta y nueve años. BM, de un año de edad, sin antecedentes penales, empleado por una empresa de transporte por carretera milanesa.

Ambos sujetos fueron sorprendidos en posesión de una gran cantidad de pornografía infantil, parte de la cual intercambiaban y entregaban a terceros.

Los avances posteriores de la investigación también permitieron descubrir una red real de abusos contra numerosos menores de entre ocho y diecisiete años. En varios episodios, los detenidos habían inducido a los menores haciéndoles creer que estaban hablando con uno de sus compañeros, o con uno de sus compañeros cuando intuían que al otro lado había un menor con tendencias homosexuales, induciéndolos así a enviarse -material pornográfico producido.

Tal fue el nivel de perfección de las técnicas adoptadas que los detenidos lograron también conocer en el mundo real a tres de las jóvenes víctimas, con quienes, aprovechando su ingenuidad y logrando ganarse su confianza, mantuvieron relaciones sexuales. Las investigaciones, que acaban de concluir, han permitido identificar a diez víctimas en las provincias de Monza Brianza, Milán y Treviso.

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