En 2023 tendremos 63 parados más. La tasa de desempleo, sin embargo, vuelve al nivel de 2011

Para el próximo año, las previsiones económicas no son especialmente halagüeñas; En comparación con 2022, el crecimiento del PIB y del consumo de los hogares está destinado a caer a cero y esto contribuirá a aumentar el número de desempleados, en al menos 63 mil unidades. El número total de parados, de hecho, en 2023 rozará la cuota de 2.118.000. En términos absolutos, las situaciones más críticas se darán en el Centro-Sur: una división que ya hoy presenta un nivel de fragilidad laboral muy preocupante. Nápoles, Roma, Caserta, Latina, Frosinone, Bari, Messina, Catania y Siracusa serán las provincias que registrarán los mayores incrementos. Decir que es la Oficina de Investigación de CGIA sobre la base de una elaboración de datos de Istat y pronósticos de Prometeia. 

El desempleo subirá al 8,4 por ciento

Aunque influenciado por la vuelta al trabajo de los despidos y la estabilización de los contratos de duración determinada, anteayer Istat informó que el pasado mes de octubre la ocupación alcanzó un récord histórico. Un gran resultado que, sin embargo, podría revertirse en pocos meses. En 2023, de hecho, la tasa de desempleo aumentará al 8,4 por ciento. Un nivel, sin embargo, que vuelve a alinearse con la cifra de 2011; año que anticipó la crisis de la deuda soberana de 2012-2013.

(Gráfico 1)

Como decíamos, el Centro-Sur será la división geográfica más "afectada": la incidencia de la suma de nuevos parados en Sicilia (+12.735), Lazio (+12.665) y Campania (+11.054) será igual a 58 por ciento del total nacional.

Nápoles, Roma y Caserta las provincias más afectadas

A nivel territorial, las 10 provincias más afectadas por el aumento del paro serán Nápoles (+5.327 unidades), Roma (+5.299), Caserta (+3.687), Latina (+3.160), Frosinone (+2.805), Bari ( +2.554), Messina (+2.346), Catania (+2.266), Siracusa (+2.045) y Turín (+1.993). Pocas realidades territoriales que, sin embargo, verán disminuir el número de parados. Destacamos, en particular, Perugia (-741), Lucca (-864) y Milán (-1.098).

Los sectores con más dificultades

Si bien no es nada fácil establecer por el momento los sectores que en 2023 se verán más afectados por los recortes de empleo, sí parece entenderse que los sectores manufactureros, especialmente los intensivos en energía y más vinculados a la demanda interna, podrían sufrir repercusiones en el empleo, mientras que las empresas más activas en los mercados globales, incluidas las que operan en ingeniería, maquinaria, alimentos y bebidas y alta costura, estarán menos expuestas. No sólo eso, según el sentir de muchos expertos y de tantos empresarios, otras dificultades afectarán al transporte, la automoción y la construcción, esta última penalizada por el cambio legislativo relativo al superbonus, podría registrar las pérdidas de empleo más significativas.

Preocupación por el trabajo por cuenta propia

Según los últimos datos presentados el pasado jueves por Istat, desde febrero de 2020 (mes pre-Covid) hasta octubre de 2022 (último dato disponible), los trabajadores autónomos (incluyendo también a los cooperativistas, familiares colaboradores, etc.) descienden en 205 unidades , mientras que los empleados aumentaron en 377. Por supuesto, entre estos últimos registramos, en particular, el aumento en el número de ocupados con contrato a término fijo, sin embargo, esta comparación nos muestra que la pandemia y las crisis energéticas han afectado principalmente los números de IVA que, a diferencia de los trabajadores subordinados, son ciertamente más frágil. Recordemos, de hecho, que tienen muy pocas protecciones: en comparación con los empleados, por ejemplo, no tienen licencia por enfermedad, vacaciones, licencias, indemnizaciones y aguinaldos. En caso de dificultad momentánea, no tienen despidos ni, en caso de cierre del negocio, ninguna forma de NASPI (Cabe señalar que desde 2021 los trabajadores por cuenta propia cuentan con el ISCRO -Asignación Extraordinaria por Renta y Continuidad Operativa-, establecida únicamente para el trienio 2021-2023, en forma experimental, y está dirigida exclusivamente a profesionales y autónomos. -Trabajadores por cuenta ajena inscritos en la gestión separada del INPS que ejerzan actividades distintas al ejercicio de empresas comerciales, con rentas muy bajas y descensos momentáneos de la facturación. Por lo tanto, no concierne ni a los artesanos ni a los comerciantes. Es una indemnización semestral, que puede solicitarse por una sola vez en el período de tres años, equivalente al 25% de los últimos ingresos declarados. La medida de apoyo prevé el desembolso de una asignación mensual de entre 250 euros y 800 euros, en función de los requisitos que posea el solicitante). Además, como siempre señala Istat, el riesgo de pobreza en las familias en las que el ingreso principal es atribuible a un trabajador por cuenta propia es mayor que el de las asalariadas.

Corremos el riesgo de poner en peligro la cohesión social

El cierre de muchas pequeñas actividades económicas también se puede ver a simple vista; basta con caminar para darse cuenta de que cada vez hay más comercios y talleres con las persianas bajadas las 24 horas del día El riesgo de poner en peligro la cohesión social del país es muy fuerte. Los cierres están afectando tanto a los centros históricos como a los suburbios de nuestras ciudades, arrojando manzanas enteras al abandono, provocando una sensación de vacío y un peligroso deterioro en la calidad de vida de quienes viven en estas realidades. Menos visibles, pero igualmente preocupantes, son los cierres que también han afectado a profesionales independientes, abogados, contadores y consultores que desarrollaban sus actividades en oficinas/estudios ubicados dentro de un condominio. En definitiva, las ciudades están cambiando de cara: con menos tiendas y oficinas son menos frecuentadas, más inseguras y con niveles de degradación cada vez mayores. El desplome empresarial está afectando incluso a quienes históricamente han competido con las tiendas de barrio; es decir, centros comerciales. Incluso el comercio minorista a gran escala (GDO) está en dificultades y hay muchas áreas comerciales cubiertas que tienen secciones enteras del edificio cerradas al público, porque las actividades presentes anteriormente han bajado definitivamente las persianas.

En 2023 tendremos 63 parados más. La tasa de desempleo, sin embargo, vuelve al nivel de 2011

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