En un intento por enfriar el empuje inflacionario, la subida de tipos de interés decidida por el BCE en esta segunda parte del año –a la que seguro habrá que añadir la nueva subida que se introducirá el próximo 15 de diciembre– supondrá, entre 2023 y 2022, un aumento en los cargos por préstamos comerciales de aproximadamente 15 mil millones de euros. Así lo informó la Oficina de Investigación de la CGIA.
Esta estimación se "construyó" asumiendo un aumento medio de los tipos de interés del 2 % entre 2023 y 2022. Este aumento se aplicó teniendo en cuenta que este año el valor medio del tipo del BCE (ponderado por días) se liquidará alrededor del 0,6 por ciento; como consecuencia de las medidas que entre julio pasado y principios de noviembre la elevaron del cero al dos por ciento.
Por tanto, aplicando un tipo de incremento de interés medio del 2 por ciento a los 749,2 millones de euros de préstamos concedidos a empresas a 30 de septiembre pasado, estas últimas sufrirán el próximo año un incremento del coste del dinero de 14,9 millones de euros.
Las regiones más penalizadas por este ajuste al alza de tipos serán aquellas en las que más se concentren las actividades productivas que hacen uso de la ayuda de las entidades de crédito; a saber, Lombardía (+4,33 millones de euros), Lazio y Emilia Romagna (ambos con +1,57 millones), Véneto (+1,52 millones) y Piamonte (+1 millones).
Casi 2/3 de los 15 millones más de costo del dinero que las empresas tendrán que soportar el próximo año serán atribuibles a las empresas del Norte.
Las subidas de tipos de interés también tendrán efectos negativos sobre el gasto de los hogares, la inversión empresarial y el coste de nuestra deuda pública. Los nuevos aumentos de tarifas, por lo tanto, podrían ayudar a frenar el crecimiento económico que debería alcanzar el 0,3/0,4 por ciento el próximo año en Italia. Un umbral que, muy probablemente, también tendrá repercusiones negativas en el empleo.
La tendencia creciente de tasas esperada en 2023 también provocará otro efecto negativo. Según las últimas estimaciones elaboradas por Ernest & Young (European Bank Lending Economic Forecast 2022), el total de préstamos bancarios en Italia caerá un 1,8 por ciento. Todos los segmentos de crédito contribuirán a esta contracción, aunque en diferentes proporciones. Los préstamos hipotecarios, por ejemplo, un 0,3 por ciento, los créditos al consumo un 1,5 por ciento y los préstamos a empresas hasta un 2,8 por ciento. Una contracción que, por desgracia, afectará a toda Europa. Esta criticidad, sin embargo, está destinada a ser de corta duración. De hecho, en 2024, el crédito a hogares y empresas en nuestro país volverá a aumentar en su conjunto un 1,3 por ciento.
Por último, a nivel territorial, Milán será la provincia más "penalizada" de Italia: las empresas ubicadas en la capital regional lombarda tendrán que soportar un mayor lastre en 2023 por la subida de tipos de interés de 2,3 millones de euros. Le siguen las provincias de Roma con 1,4 millones, Turín con 567,5 millones de euros, Brescia con 524,3 millones y Bolonia con 403,9 millones de euros. El ranking nacional lo cierra Enna con mayores costes igual a 9,7 millones, Isernia con 9,5 y Vibo Valentia con 9,3 millones de euros.