En el sur pagamos más pensiones que salarios

Aunque sólo 205 unidades, a nivel nacional el número de pensiones pagadas a los italianos (igual a 22 millones y 759 mil cheques) superó la audiencia compuesta por trabajadores por cuenta propia y empleados empleados en fábricas, oficinas y comercios (22 millones 554 mil empleados). Los datos se refieren al 1 de enero de 2022.

La situación más "desequilibrada" se da en el Sur. Si en el Centro-Norte –con la excepción de Liguria, Umbria y Marche– los trabajadores activos, aunque sea ligeramente, son más numerosos que las pensiones pagadas por el INPS y otras instituciones de seguridad social, en el Sur el rebasamiento ya se ha producido: estos últimos, de hecho, superan al primero en un millón 244 mil unidades, así lo asegura la Oficina de Investigación de la CGIA.

• Las razones de la brecha

En principio, sin embargo, las razones de esta brecha entre trabajadores y número de pensiones hay que buscarlas en el fuerte descenso de la natalidad que caracteriza a nuestro país desde hace al menos 30 años. El descenso demográfico, de hecho, ha contribuido a reducir la población en edad de trabajar ya aumentar la incidencia de los mayores de 65 años sobre el total de la población. Cabe señalar que entre 2014 y 2022 la población italiana en el grupo de edad más productivo (25-44 años) disminuyó en más de un millón y 360 mil unidades (-2,3 por ciento). En cuanto al resultado "anómalo" del Sur, cabe señalar que, en comparación con las otras divisiones geográficas de Italia, el número de personas ocupadas es significativamente menor. Finalmente, cabe destacar que el resultado de este análisis ciertamente está infradimensionado; recordamos, de hecho, que en Italia hay poco más de un millón 700 mil personas ocupadas que, después de jubilarse, continúan, de forma voluntaria, para continuar trabajando en pleno cumplimiento.

• Inmobiliario, transporte, moda y HoReCa son los sectores más penalizados

Un país con una población cada vez más envejecida podría tener serios problemas para equilibrar sus finanzas públicas en las próximas décadas; especialmente por el aumento del gasto en pensiones, gasto farmacéutico y gasto vinculado a actividades de cuidado/asistencia personal. También cabe señalar que con una presencia muy extendida de mayores de 65 años, algunos sectores económicos importantes podrían sufrir repercusiones negativas. Con una propensión a gastar mucho menor que la población más joven, una sociedad compuesta predominantemente por personas mayores corre el riesgo de reducir la facturación de los mercados inmobiliario, de transporte, moda y hostelería (HoReCa). Por el contrario, sin embargo, los bancos podrían contar con algunos efectos positivos; con una mayor disposición a ahorrar, las personas mayores deberían aumentar el tamaño económico de sus depósitos, haciendo así "felices" a muchas entidades de crédito.

• Es difícil encontrar personal

El progresivo envejecimiento de la población italiana también está provocando otro gran problema. Desde hace un tiempo, los empresarios -no sólo del Norte- denuncian la dificultad de encontrar en el mercado laboral personal altamente calificado y/o profesionales de bajo nivel. Si para los primeros las dificultades para encontrarlos son estructurales debido al desajuste que se ha producido en algunas zonas del país entre la escuela y el mundo del trabajo, para los segundos, en cambio, son trabajos que suelen realizar nuestros jóvenes, sin embargo, siempre menos numerosos, se niegan a ocupar y solo están parcialmente "cubiertos" por extranjeros. Una situación que con la coyuntura económica negativa que se avecina podría estar destinada a volver, aunque en el futuro la dificultad de adecuar la oferta y la demanda de mano de obra seguirá siendo una cuestión de difícil solución.

• ¿Qué hacer?

Para contrarrestar el descenso de la natalidad y el consiguiente envejecimiento de la población, es necesario desarrollar una serie de intervenciones a medio-largo plazo. Como también ha tenido ocasión de señalar el Banco de Italia, es fundamental, en particular, reforzar las políticas encaminadas al crecimiento demográfico (por ejemplo, ayudas a madres jóvenes, familias, menores, etc.), alargar la vida laboral (al menos para personas que realizan actividades administrativas o intelectuales), aumentar la participación femenina en el mercado laboral y, por último, elevar el nivel de educación de la mano de obra que en Italia sigue estando entre los más bajos de toda la UE.

• En Messina, Lecce y Nápoles las situaciones más "desequilibradas"

A nivel territorial, todas las regiones del Sur tienen un número de ocupados inferior al número de pensiones pagadas. En términos absolutos, las situaciones más "desequilibradas" se dan en Campania (saldo igual a -226 mil), Calabria (-234 mil), Puglia (-276 mil) y Sicilia (-340 mil). En el Centro-Norte, en cambio, sólo Marche (-36 mil), Umbria (-47 mil) y Liguria (-71 mil) presentan una situación crítica. En cambio, todos los demás son de signo contrario: las situaciones más "virtuosas" -es decir, donde los trabajadores activos son claramente superiores a las pensiones pagadas- se pueden ver en Emilia Romagna (+191 mil), Véneto (+291 mil ) y Lombardía (+658 mil). Finalmente, a nivel provincial, las situaciones más comprometidas registradas en el Norte conciernen a Biella (-14 mil), Savona (-18 mil) y Génova (-38 mil). Entre las realidades más virtuosas, sin embargo, vemos Bérgamo (+83 mil), Brescia (+111 mil) y Milán (+299 mil).

En el Centro destacan las dificultades de Macerata (-14 mil), Terni (-22 mil) y Perugia (-24 mil), mientras que del balance positivo destaca el resultado referente a la provincia de Roma (+275 mil) . Finalmente, en el Sur, las situaciones más desequilibradas atañen a Palermo (-80 mil), Reggio Calabria (-86 mil), Messina (-94 mil), Lecce (-104 mil) y Nápoles (-137 mil). De las 38 realidades provinciales del Sur, sólo dos muestran un balance positivo: son Ragusa (+8) y Cagliari (+10).

En el sur pagamos más pensiones que salarios

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