Un informe de Naciones Unidas culpó al régimen de Damasco por un ataque en abril pasado con gas sarín en Khan Cheikhoun, una ciudad en la provincia noroccidental de Idlib, que mató a 83 personas. La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) ha pedido sanciones contra los responsables de estos ataques químicos.
Ayer, un informe de expertos de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) responsabilizó al régimen del presidente Bashar al Assad de este ataque, que había llevado a Estados Unidos a lanzar un ataque sin precedentes contra un base aérea en Siria.
La organización humanitaria Human Rights Watch dijo que “el Consejo de Seguridad debe actuar con rapidez para garantizar la rendición de cuentas, imponer sanciones contra las personas y entidades responsables de los ataques químicos en Siria y poner fin al engaño y las falsas teorías propagadas por el gobierno sirio ".
Ole Solvang, subdirector de la División de Emergencias de HRW, dijo que "el uso repetido de armas químicas desde Siria representa una seria amenaza para la prohibición internacional del uso de armas químicas", "todos los países tienen interés en enviar una señal Fuerte que estas atrocidades no serán toleradas ”.