"En Europa, el componente de países de la OTAN se está expandiendo, lo que demuestra la necesidad de colaboración en la defensa nacional contra las agresiones externas. De hecho, la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN, con el beneplácito de Turquía, confirma lo fundamental que es esta organización para garantizar la estabilidad. En Italia, en cambio, se elige a Gaeta, ciudad que simboliza el vínculo proatlántico, para desafiar a la Alianza, la UE y el gobierno de Draghi. La reciente manifestación organizada por quienes quisieran exponernos al agresor, como escudos humanos, sin un cobijo común, representa un precedente arriesgado, fruto de la retórica prorrusa y de una elaborada actividad de desinformación que apunta a toda Europa. Me gustaría preguntar a las personas que participaron en el escenario en cuestión, cómo defenderían los logros liberales de nuestros padres constituyentes.". Dice la Senadora Pontina Marinella Pacifico (Coraje Italia, Grupo Mixto), diputada extranjera y Secretaria del Comité Parlamentario Schengen.
“Si pretenden condenar - agrega - los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la agresión injustificada y sin precedentes de Putin en Ucrania o si en cambio piden la eliminación de las sanciones para prolongar la ofensiva. Estoy seguro de que el gobierno de Draghi ha puesto en marcha medidas de disuasión adecuadas, trazando una acción internacional europeísta y atlantista encaminada a salvar vidas humanas y limitar los crímenes atroces del Kremlin a gran escala. La historia nos dará la razón". “Los mensajes enviados a Gaeta por los predicadores del miedo - subraya el Senador Pacifico - representan sólo un canto a la muerte, la guerra, el hambre y la asfixia de nuestras libertades individuales. Las bases de la OTAN en el Golfo del mismo nombre son un patrimonio para el país, no un problema. Los ciudadanos necesitan saber cuáles son los problemas de cierta izquierda italiana. Votar a la izquierda es elegir a quien sistemáticamente desinforma, distorsiona la realidad y pisotea los logros de casi cuatro siglos para devolvernos al oscurantismo medieval”.