¿Parte de las armas destinadas a Ucrania en el mercado negro? Una investigación y la propaganda rusa hacen sonar la alarma

(por Francesco Matera) La Legión Internacional lucha en Ucrania y puede contar con financiación y armamento del ejército regular de Kiev. Los paramilitares provienen de alrededor de 52 países y en su mayoría son de origen británico. Su salario varía de 1200 euros a poco más de 2500 euros. Muy interesante es el reportaje que publica Repubblica editada por Raineri que narra la organización de la Legión dividida en dos departamentos, uno a las órdenes del ejército y otro de inteligencia militar. Gracias a una investigación en dos partes publicada en un sitio ucraniano, Raineri también explora otro aspecto no precisamente tranquilizador de las actividades ilícitas de estos mercenarios modernos.

Para generar muchas dudas sobre la legitimidad de las acciones de los legionarios están los informes contados por los paramilitares (bajo condición de anonimato) en la rama de inteligencia. Uno de los líderes de origen polaco supuestamente ordenó a los legionarios que saquearan las tiendas abandonadas, que le llevaran la mayor parte del material saqueado y que se quedaran con una parte como botín personal.

Otro destacado exponente del departamento de inteligencia, por otro lado, acumularía el material destinado a los soldados y, con mayor frecuencia, se lo revendería.

El jefe polaco está protegido por los dos Taras, que forman parte de la inteligencia militar, la todopoderosa Gur, y por lo tanto extienden su intocabilidad al tráfico de su protegido. El Gur disfruta de una especie de inmunidad porque se descubre que es más leal que los servicios de inteligencia regulares y no tiene antecedentes inconvenientes de infiltración rusa.

Los legionarios, por su parte, acusan a sus líderes de superficialidad y mala organización táctica y logística. Entre las acusaciones, la más relevante es que el polaco, junto con el resto del botín, también robó armas ligeras para su propio beneficio, en particular cincuenta rifles M4 de fabricación estadounidense que supuestamente desaparecieron de un arsenal de la Legión.

Rusia alimenta la propaganda filtrando información "caliente" según la cual gran parte de las armas enviadas por los occidentales acabarían en el extranjero a través del mercado negro. Los estadounidenses, por otro lado, afirman que el "rastreo" de sus armas está monitoreado y hasta la fecha todas las armas, según ellos, estarían firmemente en manos del ejército ucraniano. La pregunta es: ¿qué pasa después? De confirmarse la información de esta investigación, los occidentales estaríamos tirando dinero y armas a un "agujero negro" que podría, paradójicamente, alimentar al terrorismo internacional que, como sabemos, se abastece de ese mercado negro. ¿Estamos, entonces, armando a nuestros enemigos?

¿Parte de las armas destinadas a Ucrania en el mercado negro? Una investigación y la propaganda rusa hacen sonar la alarma

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