Pistola de polvo de Afganistán

(por Massimiliano D'Elia) El fracaso de las negociaciones de Doha entre la delegación estadounidense liderada por Zaimay Khalizaid y la talibán liderada por el mullah Ab-dul Ghani Baradar ha convertido a Afganistán en un polvorín altamente inflamable. Solo en el mes de julio, hubo alrededor de 1500 muertos y heridos. Los ataques y los combates también entre Herat y Farah, un área de competencia de los 895 soldados italianos, incluidos en la misión de la OTAN que actualmente cuenta con 17.148 soldados, de los cuales 8.475 estadounidenses. 

Frente a todo proceso de paz unos 70 mil combatientes teleban, quienes según informa la Prensa tienen una inestimable disponibilidad de armas, entre ellas modernas equipadas con punteros láser y dispositivos de visión nocturna. El equipo de telebana también se ve reforzado por alrededor de 1.400 banderas negras - Wilayat Khorasan-Isisk - muy activas en las áreas de tráfico ilícito. 

A medida que se acercan las elecciones, los Telebans han intensificado su acción con bombas, con la intención de intimidar a Kabul, de asediarla. Las fuerzas de seguridad afganas, en respuesta, están tratando de obstruir las rutas de acceso a la capital. Desde el NHO 101, la carretera 1 que conecta Kabul con Ghazni, para continuar hacia Kandahar y Helmand. 

La más peligrosa es la "zona negra" donde reinan tres grandes tribus, dos pastunes y un hazara de confesión chiíta, para un total de siete distritos de los cuales solo los complejos gubernamentales están controlados por las instituciones. Por lo demás, hay una gobernación en la sombra de los talibanes cuyo líder es Wali Jan Hamza y cuya fuerza coercitiva llega hasta Ghazni, donde ha impuesto el cierre de 173 de los 406 escaños. 

Desde esta zona están previstos ataques suicidas llevados a cabo en la capital por los yihadistas liderados por el comandante Qassam. Cerca de Maidan, en la zona negra, los insurgentes se mezclan con la población civil a la que ofrecen protección y, a veces, reclutamiento bien pagado, incluso como kamikaze. Las bombas, detalla la prensa, son colocadas al costado de la carretera por niños a menudo utilizados como trabajadores criminales por los talibanes, así como las mujeres se utilizan como escudos de cobertura para fugas atrevidas, especialmente después de redadas en motocicletas. 

Después del fracaso de las negociaciones de Doha, Afganistán enfrenta elecciones en un clima de tensión sin precedentes. Clima que tenderá a socavar cualquier proceso democrático para llevar al país a una paz duradera. Lástima que en esta zona caliente del planeta se habla cada vez más de la retirada de las fuerzas aliadas. Italia ya ha reducido su contingente en los últimos años. Dejar Afganistán en manos de los telebans, flanqueados por grupos de ISIS es sin duda un error estratégico que repercutirá en todos nosotros por la ferocidad y sed de aterrorizar a los infieles del mundo occidental por parte de Isis y Al Qaeda y todo lo demás. que dormido.

 

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