El Premio Nobel de Economía 2017 fue otorgado a Richard H. Thaler de la Universidad de Chicago, padre de la economía del comportamiento.
Thaler fue premiado por sus contribuciones a la economía del comportamiento con esta motivación de los académicos suecos: "insertó supuestos psicológicamente realistas en los análisis de la toma de decisiones económicas, explorando las consecuencias de la racionalidad limitada, las preferencias sociales y la falta de autocontrol Y como ha destacado el académico "cómo estos rasgos humanos influyen sistemáticamente en las decisiones individuales y los resultados del mercado".
El académico, nacido hace 72 años en Chicago es una persona muy humana, incluso perezosos y, a menudo irracional, y humano no excluye sus "debilidades", con el fin de hacer hincapié en el tema de la falibilidad de la economía y sobre todo la su estudio.
Mientras estudiaba para prepararse para el examen de microeconomía, como el último de los estudiantes, pero con el espíritu crítico de que con demasiada frecuencia los estudiantes no están permitidos, Richard Thaler encontró teorías que pensó que eran demasiado rígidas para ser verdad. Una de las reglas fundamentales de la economía clásica es el concepto de equilibrio perfecto: la oferta y la demanda se encuentran en un punto, el famoso punto de equilibrio. Por tanto, el precio siempre es correcto. "A medida que aumenta la demanda, el precio cae". Estas son las enseñanzas del hombre que siempre se ha definido como el padre de la ciencia económica, Adam Smith, filósofo y economista escocés que, siguiendo los estudios emprendidos en el campo de la filosofía moral, sentó las bases de la economía política clásica.
Thaler Sin embargo, ante una teoría por sentado, en el transcurso de sus estudios, se da cuenta de que todo es mucho más complicado que la interpretación "única" hasta ahora utilizado para el complejo tema tratado así comienza a compilar una lista que contiene una lista real de anomalías concretas de la doctrina y destaca algunos "nodos" que se toman el tiempo para investigar más cuidadosa y críticamente.
Para Thaler, la conciencia es el primer paso, aunque podría ser inútil en un entorno basado en las doctrinas rígidas de Smith y otros economistas históricos, por lo que no había casi acostumbrados a ver el mundo, y las opciones de los individuos no son siempre tan predecible como es adoptado por miles de millones de personas, trabajadores, consumidores, padres e hijos.
De acuerdo con la teoría clásica, las decisiones de consumo deben necesariamente ser racional e informado, no hay ningún indicio de la posibilidad de errores de apreciación que en realidad existe y puede ser debido a una serie casi interminable de factores, incluso momentánea tal vez puede comprometer lucidez de evaluación y elección en un momento dado. La teoría quiere que siempre podamos hacer la elección correcta. Encuentra lo más barato en el que dirigir nuestra preferencia, a partir de los productos básicos se puede comprar en los estudios en los que centrar, y más en general a todas las decisiones tomadas con el fin de obtener un mejor futuro.
Pero la realidad, como seres humanos, cambia considerablemente, condicionada por la cantidad de tiempo que se tarda en invertir en la mejor elección, no infinita. Estamos equivocados, tanto que nuestros errores son en gran parte previsibles. Desde los años setenta, la observación de Thaler ha dividido el mundo en dos categorías: hay Econs, superhombres capaces de elegir racionalmente según el modelo perfecto, y Humanos, todos nosotros. El reto en la interpretación de la economía viaja por este camino.
La historia de una carrera, en primera persona, se desarrolla entre negativas y medio peleas, nuevos aliados y descubrimientos en su libro autobiográfico Misbehaving: The Making of Behavioral Economics (Behaving bad: the birth of behavioural economics), estrenado en EE. UU. WW Norton & Company. Después de los años oscuros de convencer al público, las revistas y otros economistas, fue otro libro anterior el que hizo de la economía del comportamiento un tema relevante. Nudge, the gentle push (2008), traducido por Feltrinelli y convertido en un bestseller. Desde entonces, más de 130 países han incorporado la economía del comportamiento en sus políticas de salud o tributarias en todo el mundo, desde la Casa Blanca hasta las economías emergentes.
Para tener una idea del personaje en cuestión, definitivamente fuera de la caja, pero el genio, sin duda, "superior" cerramos con la frase que evoca la irracionalidad citado al principio del artículo 2017 pronunciada por el Premio Nobel de Economía pronto después de haber sido galardonado con el prestigioso premio, que recordamos también asigna una cifra de más de un millón de dólares: "voy a tratar de pasar de la manera más irracional posible."
GB
De archivo: Ansa