El primer ministro de Iraq, Haider al-Abadi, fue a Japón para buscar ayuda para la reconstrucción de su país.

Después de reunirse con representantes de importantes compañías japonesas el miércoles 4 para discutir cómo aumentar la inversión japonesa en Iraq, el primer ministro Haider presidió una reunión en Tokio con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, el jueves 5 de abril. Durante la reunión, los dos líderes discutieron cómo mejorar la seguridad en Iraq y promover el desarrollo de la economía.

“El objetivo de la conferencia era ayudar a reconstruir Irak tratando de establecer un sistema para eliminar las armas civiles. En lugar de armas, la población necesita trabajar y volver a la vida cotidiana ”, dijo uno de los funcionarios japoneses.

El gobierno iraquí anunció en diciembre 2017 el final de las operaciones contra los militantes. Sin embargo, las armas automáticas todavía están muy extendidas entre los civiles y, a menudo, han sido utilizadas por los extremistas islámicos para diseminar la muerte y el terror en el país. "Hemos luchado con gran determinación contra el terrorismo. Ahora queremos que nuestro país sea más seguro y más próspero ", dijo el primer ministro Haider.

El desempleo, que está generalizado especialmente en los sectores jóvenes de la población, corre el riesgo de empujar a esta parte de la sociedad hacia organizaciones extremistas violentas. Japón ha ofrecido hoy su voluntad de poner a disposición del gobierno de Bagdad su experiencia en el campo del trabajo y la formación profesional.

"Para mejorar la seguridad pública, el desarrollo económico es esencial. Por esta razón, propongo la creación de un apoyo internacional a los esfuerzos del gobierno iraquí a través de un nuevo enfoque que integre la seguridad y el desarrollo ", dijo el primer ministro japonés, Shinzo Abe.